
Que
los ideólogos anti-españoles, defensores del
afrancesado Mariano Moreno, discutan contra los documentos que dejaron los protagonistas.
Ya he comentado mi sorpresa cuando durante un almuerzo de trabajo mis compañeros, profesionales y cultos, se escandalizaban relatando "negras historias" de la Edad Media y dicho sea de paso, se justificaban así por no ir nunca a la iglesia, pese a ser bautizados y haber bautizado a sus hijos, y por su "machista" aversión por los curas. Luego de una desafortunada e improductiva intervención, me llamé tímidamente a silencio, y al observarlos vi, y tuve que esconder una sonrisa, a unos vergonzosos niños escapando para que nadie pueda etiquetarlos de "chupacirios".