
Donde
el cristianismo desaparece,
codicia,
envidia y lujuria inventan mil ideologías para justificarse.
Nicolás
Gómez Dávila
Desde fines del siglo XVIII (Revolución Francesa - 1789) las sociedades modernas no han dejado de inventar ideologías y de enamorarse de cada una de estas nuevas elucubraciones con promesas de un mañana mejor. Y no han dejado de fracasar una y otra vez, pese a “las libertades ganadas” y “los grandes avances científicos”, las personas no logran ser felices.