Hermano Sol, Hermana Luna - Cántico del Hermano Sol (07/2025)



Seguramente, alguna vez nos ha pasado que, ante la majestuosidad de un paisaje natural o ante el universo prefigurado en un cielo estrellado o ante la ternura despertada por algún animal, nos hemos conmovido, emocionado y se nos ha escapado una lágrima.

Seguramente también, nos ha pasado que, frente a alguna negligencia, imprudencia o agresión al medio ambiente o alguna injustificada matanza o un simple maltrato animal, se nos ha escapado un insulto entre dientes bien apretados.

Si, reaccionamos emocionalmente porque amamos nuestro planeta y a cada ser viviente que en él habita.

Nos servimos, disfrutamos y cuidamos de él, corregimos nuestras conductas y reparamos los daños causados cuando nos equivocamos, y contribuimos a su desarrollo y crecimiento pensando siempre en las próximas generaciones. Muchos, "hemos plantado árboles" que disfrutarán nuestros nietos.

Repudiamos los salvajismos, la polución y todo lo que rompa o ponga en riesgo el equilibrio natural.

Servirnos de los bienes naturales debe ser atemporal. Los hombres de ayer, los de hoy y los de mañana tienen el mismo derecho a gozar de los bienes de la creación. Estamos obligados a una explotación responsable y a dejar un mejor planeta del que hoy habitamos.

Lejos de la dialéctica propuesta por aquellos grupos, sobre los que ya hemos hablado muchas veces, que se atribuyen totalitariamente la representación de la ética humana hilvanando argumentos cientificistas que muchas veces suenan ruidosamente a huecos, lejos de los sectarismo ideológico estamos los seres humanos de alma, carne y hueso, sensibles y razonables, sin fanatismos, con nuestros defectos y debilidades, pero con la grandeza de ser los destinatarios de los bienes de la creación.

Y ahora tendremos formalmente los 9 de julio la Misa por la "Custodia de la Creación" para agradecer, reflexionar y rezar por los bienes heredados del amor de Dios. En la última, el Papa León XIV nos pidió rezar y pedir por la conversión de muchas personas que aún no reconocen la urgencia de cuidar nuestra casa común”.

Sin embargo, por bonachones o ingenuos, muchas veces somos arrastrados a repetir slogans, promocionados por ideólogos y comercializados por algún indecoroso mercader, que abusan de nuestra candidez so pena de no ser politicamente correctos o no estar aggiornados con los tiempos modernos. Si no adoptamos las nuevas significaciones y no repetimos los términos de moda seremos automáticamente cancelados por decrépitos y seniles que no entienden nada.

  1. Si amamos a "la naturaleza" y estamos agradecidos por las cosechas y los frutos de la tierra, ahora debemos agradecerle a la pachamama. E inclusive "pedirle permiso" para vernos la semana próxima: "si la Pachamama así lo desea" saluda semanalmente una conocida figurilla televisiva. Por supuesto, no es necesario creer que sea una diosa y menos aún estar dispuestos a ofrendar vidas de niños inocentes como otrora si se requería, pero la ofrenda en el pozo o la apacheta, la oración y tomarse la ruda con caña todos los 1° de agosto si, ya son una sana costumbre. "Los rituales buscan fortalecer la relación entre los seres humanos y la naturaleza, promoviendo la reciprocidad y el cuidado del medio ambiente." dice el slogan, parece bonito y bien intencionado, y allá vamos, celebrando la superstición y el paganismo, los fetiches y la idolatría. Y esto recién empieza, ¿con qué necesidad? ¿para qué?

  2. Si somos amantes de "la vida" debemos respetar toda la vida "sintiente" y solo comer vegetales. Y aqui, con "sintiente" hacen una "bolsa de gatos". Por ejemplo: presentir instintivamente el tiempo y experimentar una sensación de dolor o alegría, como pueden hacer algunos animales, o afligirse por un hecho trágico o lamentable y sentir pena por un enfermo agonizante o fallecido o asesinado en el presente o hace dos mil años, como hacemos los seres humanos, según la falacia "cientificista sintiente" es todo lo mismo. Y entonces, debemos resistir la cría de animales (y su matanza, claro) para alimento. Por supuesto, no se requiere creer en la reencarnación como otrora los griegos u orientales, pero debemos evolucionar en nuestro pensamiento y procurar un mundo con todos los animales "en libertad, sin oprimidos ni explotados". Cosa que excede absurdamente el romanticismo que puedo imaginar y que, en mi modesto entender, resulta muy difícil de modelar sin estrellarnos contra la lógica, desde la manutención y supervivencia de los humanos, hasta el compartir, o disputar, los mismos espacios físicos. Crean en lo que deseen y resignifiquen los sustantivos como les plazca, pero no intenten modificar el Orden Natural con sentimentalismos cientificistas sin prueba alguna y mucho menos imponernos un experimento de un mundo distópico.

  3. Si somos amantes de "lo natural" debemos rescatar el espíritu de las costumbres indígenas ya que ellas representan lo "no contaminado". "Los aborígenes vivían en armonía con el medio ambiente antes de imponerles la contaminante civilización europea" dice el slogan. Por supuesto, no se requiere adhesión a todas sus sangrientas prácticas rituales ni a sus opresoras jerarquías sociales ni a su racismo ni a su machismo ni a su salvajismo ni a sus crueles guerras ni a su falta de derechos humanos, pero se puede ser mejores solo con "vivir naturalmente". "Hasta la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación en un artículo de 2017 dice: «Los pueblos indígenas se consideran a sí mismos conectados a la naturaleza y parte del mismo sistema que el medio ambiente en el que viven. Los recursos naturales se consideran propiedad compartida y se respetan como tales». Pero rara vez se ofrecen pruebas para justificar estas posiciones infundadas, pero esto no impide la propagación de tales opiniones por parte de los principales escritores". Pelagio se quedo corto. Para sostener este "romanticismo" ya se requiere una alta dosis de ignorancia. Pero si, siguiendo la racionalidad, le quitamos todos los "ni" arriba mencionados al romántico "vivir naturalmente indígena" ¿qué queda? Ayer, la utopía hippie de los 60 convirtió una generación en zombies y la utopía comunista de la reforma agraria mató a millones de seres humanos. Hoy, la mixtura socialista-hippie de Grabois anunciando por IPhone la toma de tierras y la siembra de perejil, o la incendiaria reivindicación racista reclamada por Jones Huala sobre tierras que, si fuera cierto, sus antepasados también supieron robarnos ¿a dónde nos conducen?

  4. Si somos amantes de "lo espiritual" debemos aprender "a meditar" conforme alguna técnica oriental, ya que ellos logran conectarse con la naturaleza, relajarse con música y aromaterapia, y obtener paz interior. Por supuesto, no se requiere adhesión a las enseñanzas del príncipe Gautama ni a sus interpretaciones sobre la sexualidad ni a sus promiscuas prácticas ni a "su concepción moral relativista, por lo que no existe una Verdad objetiva, ni una clara distinción entre el Bien y el Mal", pero podemos alejarnos de todo sufrimiento alcanzando el nirvana. Meditaciones, yoga, piedras energéticas y otras prácticas para "despertar la conciencia", "sanar" y "trascender el yo", aislandose y pensando en nosotros mismos en armonía con nuestro cuerpo son señales de "ascensión espiritual" que nos dará paz. Y, ¿cómo puede el egoísmo de pensar sólo en sí mismo, ser la fuente de la paz? ¿el despertar la conciencia por fuera de nuestro yo, no es una práctica alienante? ¿atribuirle poderes sanativos o energéticos a las piedras o a los aromas, no es casi una idolatría? ¿puede una "ensalada" sincretista de budismo e hinduismo sazonados con conceptos gnósticos, espiritistas y esotéricos hacernos mejores personas?

  5. Si somos amantes de "la diversidad", debemos ser "inclusivos". Y acá tenemos otra "bolsa de gatos", y esta es doble. Construir una sociedad que incluya a todos independientemente de las capacidades de cada uno y modificar nuestro lenguaje con la intención de ser aún más abarcativos de las minorías, a quienes debemos justificar con argumentos "razonables y/o científicos", según la falacia "inclusiva con la diversidad" es todo lo mismo. Los canales de TV contratan conductores gays, travestis o agnósticos que dudan hasta de su ser, y los streamings presentan desde una Cleopatra negra (¡¿?!) hasta homosexualidad explícita con cualquier excusa y "hasta en la sopa". La Agenda 2030, con títulos rimbombantes y tenebrosos contenidos, nos está siendo impuesta y al menos debemos saber de qué se trata y estar de acuerdo, ¿no? Por supuesto, no se requiere sostener filosóficamente la relatividad de la moral atada a la circunstancia y/o cultura. Pero, "aceptar un error, es un error", y en el mejor de lo casos, es indiferencia. Yo prefiero condenar el error por amor a la verdad y corregir al hermano por amor al prójimo. "Matar al error; amar al que yerra", enseña San Agustín. Dios no cambia y Sodoma fue destruida, y yo prefiero ponerme a salvo. Recomiendo leer El falso irenismo.

Y así, de a poquito, te van "pudriendo la cabeza". Claro, no te piden estar con los fanáticos que promueven las ideologías, no, no sean extremistas; pero resulta que debemos aceptar mansamente cientos de errores, que parecen menores pero que no lo son. Quizás te permitan rechazar, por el momento, el aborto, la pederastía, la zoofilia o el feminismo radical, pero estás obligado a aplaudir las cartelitos gays friendly, el matrimonio igualitario, la adopción por parte de dos del mismo sexo, la ESI, el cambio de sexo, los mil y un géneros, el congelamiento de óvulos fecundados o el alquiler de vientres. Ya hay temas que no discutimos, nos parece bien, y con la frase ¿qué mal pueden hacer? justificamos nuestras cobardías.



El inmanentismo pone límites al pensamiento, el relativismo justifica lo injustificable, y vamos aceptando "cualquier cosa" como si fueran consecuencias "lógicas" de la evolución del pensamiento. Y así, nos van quitando la libertad de pensamiento y de paso, nos van llevando de la mano al infierno mismo.

Es necesario frenar, pensar y rechazar todo lo que deba ser rechazado. Debemos tener el coraje de reconocer nuestros yerros, aprender de ellos y hacer lo posible para que lo demás no caigan en los mismos.



Nada existe por si mismo. Todo tiene origen en el Creador. Todo fue hecho para el hombre por amor al hombre. Para que el hombre se sirva de la creación, y reconozca y alabe a su Creador.

La naturaleza no tiene dioses, ni es un dios, ni dios "vive" en ella, ni dios es una energía, ni una fuerza cósmica, ni ninguna "fórmula" panteista. Dios es persona (divina) que desea una relación personal con cada uno de nosotros.

La naturaleza es sólo el nombre del orden que gobierna el mundo. "Principio intrínseco que causa movimiento, cambio y reposo en las cosas, orientando a cada una de ellas hacia su fin o propósito específico".

Observándola, podemos "ver" a su creador y "al amor" que nos dispensa. Y servirse de la naturaleza implica tomar de ella lo necesario para nuestra manutención, procurar su crecimiento, su desarrollo, y cuidar los bienes armoniosamente dispuestos para futuras generaciones.

El hombre es el objeto de la creación, para él todo fue hecho. "Este orden no es algo impuesto externamente, sino que está intrínseco a la naturaleza de cada ser y cosa, determinando su propósito, función y relaciones con los demás elementos del cosmos", sin ser religioso, el estagirita ya lo explicaba 350 años A.C

El considerar a los animales, que carecen de alma inmortal, pares de las personas humanas, que fueron creadas a imagen y semejanza de Dios, es un despropósito. De forma similar, no considerarlos, hasta dónde su naturaleza les permite, "sintientes" y someterlos a salvajismos es signo de ignorancia y barbarie. Y ya hemos publicado al respecto: Almas, espíritus y resucitados , Ismos que no son arte , Los barbaros modernos.

El buscar la paz interior con "meditaciones" o el alejarse del dolor y los problemas "mirándose el ombligo", no es solución de nada. Los espacios vacíos se llenan, generalmente, de basura.

Perdón, pero yo prefiero pincharme con las espinas para cultivar una rosa.

Prefiero, con León XIV, "que la vida del otro, sea quien sea, con sus necesidades y sufrimientos, me rompan el corazón". Prefiero la autenticidad de la Pasión y la Cruz que otorga valor al sufrimiento humano. "Yo soy el camino, la verdad y la vida".



El indigenismo, como todos los paganismos, no puede aportar trascendencia porque no la tiene. Como toda idolatría, se venera "un becerro de oro" y sus sacerdotes con esoterismo someten voluntades y con violencia someten libertades, y la ignorancia pasa a ser la norma. Esto jamás nos puede acercar al Dios verdadero.

Ni siquiera las religiones en general pueden acercarnos al Dios verdadero, pese a que muchas puedan tener "aristas" positivas. Solo la única religion verdadera. "Tú eres la piedra sobre la que edificaré mi Iglesia" y el resto, pueden ayudar a transitar, pero al final no cuentan.

Podemos mejorar algunos comportamientos o conductas, pero ninguna práctica individual puede "hacernos" mejores, lo único que puede elevarnos de nuestra condición es la Gracia Divina. Templar la voluntad es necesario, pero no suficiente, y por eso rezamos pidiendo la Gracia.

"Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí. Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí".

Nada más cierto, y ¡vaya que he acumulado evidencia a lo largo de mi vida!

El Yoga puede ser utilizada como una técnica de relajación. "La posición y la actitud del cuerpo no dejan de tener influencia sobre el recogimiento y la disposición del espíritu". Pero la oración para y con Dios debería ser el fin de estas técnicas. Caso contrario el medio se convierte en fin. Podemos hacer ejercicio, pero debemos rechazar su falsa espiritualidad. La línea es muy fina, y se requiere mucha disciplina para no desbarrancar.

El yoga no es el medio para alcanzar el contacto con lo divino, si bien este pueda contribuir a la salud física y mental” [...] el Sínodo de los obispos de la Iglesia siro-malabar reconoce el importante rol que el yoga ocupa en la cultura india, pero afirma también que debe ser considerada como un ejercicio físico, una postura para concentrarse o meditar”. Al contrario, subrayan los obispos,la experiencia de la divinidad no sucede a través de una particular postura”.

El Dios en el cual creemos es un Dios personal. Dios no es alguien que puede ser alcanzado a través de una particular posición del cuerpo. No es correcto pensar que la experiencia de Dios y el encuentro personal con el Señor sean posibles a través del yoga”.



En definitiva, Dios es mucho más simple.

Sin artilugios ni manipulaciones, sin falsos romanticismos cientificistas, con razón y con fé. Sin necesidad de re-interpretaciones ni modas ni slogans.

Tan simple como que podemos descubrir su amor observando un paisaje.

Tan simple, ¡¡¡qué podemos visitarlo en el sagrario!!!

Pueden novelar que se elevan hacia un dios energético y cósmico o pueden justificar las ideologías de moda con un dios complaciente y contemporizador o pueden creer que alcanzan la paz mirándose el ombligo, pero solo se estarán engañando y alguien se estará llenando de dinero.

La verdad es más simple: Dios está vivo, presente en cuerpo, alma y divinidad en la eucaristía, no lo busquemos entre los muertos.

Quienes deseen pueden revisar el trabajo del adolescente beato Carlo Acutis documentando cientos de Milagros Eucarísticos.

Para finalizar comparto un famoso, y muchas veces tergiversado, poema que bien reemplaza todo este imperfecto palabrerío previo.



Cántico del Hermano Sol


Altísimo, omnipotente, buen Señor,

tuyas son las alabanzas, la gloria y el honor y toda bendición.

A ti solo, Altísimo, corresponden,

y ningún hombre es digno de hacer de ti mención.


Loado seas, mi Señor, con todas tus criaturas,

especialmente el señor hermano sol,

el cual es día, y por el cual nos alumbras.

Y él es bello y radiante con gran esplendor,

de ti, Altísimo, lleva significación.


Loado seas, mi Señor, por la hermana luna y las estrellas,

en el cielo las has formado luminosas y preciosas y bellas.


Loado seas, mi Señor, por el hermano viento,

y por el aire y el nublado y el sereno y todo tiempo,

por el cual a tus criaturas das sustento.


Loado seas, mi Señor, por la hermana agua,

la cual es muy útil y humilde y preciosa y casta.


Loado seas, mi Señor, por el hermano fuego,

por el cual alumbras la noche,

y él es bello y alegre y robusto y fuerte.


Loado seas, mi Señor, por nuestra hermana la madre tierra,

la cual nos sustenta y gobierna,

y produce diversos frutos con coloridas flores y hierba.


Loado seas, mi Señor, por aquellos que perdonan por tu amor,

y soportan enfermedad y tribulación.

Bienaventurados aquellos que las soporten en paz,

porque por ti, Altísimo, coronados serán.


Loado seas, mi Señor, por nuestra hermana la muerte corporal,

de la cual ningún hombre viviente puede escapar.

¡Ay de aquellos que mueran en pecado mortal!:

bienaventurados aquellos a quienes encuentre en tu santísima voluntad,

porque la muerte segunda no les hará mal.


Load y bendecid a mi Señor,

y dadle gracias y servidle con gran humildad.



San Francisco de Asís


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¡Qué Dios nos ayude a “pensar la patria”! 

 




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