60 días de un nuevo gobierno democrático (02/2024)




I Parte

Ya desde su nacimiento, la democracia no fue un sistema de gobierno bien considerado.

Platón y Aristóteles la tenían como una forma de gobierno peligrosa, puesto que al incluir a todos o a muchos, se incluía también a los no virtuosos, y estos, hasta podrían ser mayoría.

Hoy sobrarían los ejemplos para darles la razón, baste con revisar los últimos 40 años dónde no supimos darnos un gobierno virtuoso y elegimos a charlatanes e inútiles, cuando no directamente a delincuentes que se enriquecieron con nuestro trabajo hundiéndonos en la pobreza y la dependencia. 

Nos han hecho el cuento del Tío abusando de nuestra confianza. Con el relato del "Estado presente que cuida de los más necesitados", cada vez tenemos más necesitados y el Estado trapacero brilla por su ausencia, sólo se trata de una inmoral mascarada. Han lucrado en beneficio "de la causa" y en el propio también, de forma directa o a través de inescrupulosos ventajistas, todo en nombre de una falsa justicia social convertida en un desparramo de limosnas y una falsa justicia distributiva que no considera el mérito.

Pero entonces, ¿el sistema democrático es el culpable? Bueno, si el sistema democrático es regido exclusivamente por los partidos políticos ("la casta") no cabe ninguna duda, tenemos tantas evidencias que se nos caen de la mesa, los griegos se quedaron cortos al enumerar los riegos.

La verdad es que los gobiernos se legitiman cuando ejercen el poder, aunque su origen sea dudoso o no sea el más santo, y aunque "su forma" de ejercicio no sea la más elegante.

Dicha la verdad, ya siento el graznido del chusmaje defendiendo lo indefendible de un sistema corrupto, incapaz de autocrítica y rectificación. Cientos de zafios corifeos, que esconden su ignorancia, su inoperancia y sus fracasos acusando siempre a terceros (la vida vista desde el diván), abusando de una enérgica oratoria lograron darnos vuelta la cabeza: los gobiernos son legítimos según su origen. Por lo tanto, todas las dictaduras son malas aunque hagan bien las cosas y los gobiernos democráticos son todos buenos aunque sean una basura.

Para nuestra desgracia, en Argentina tenemos además, mala suerte. Ambos orígenes engendraron espantosos gobiernos para el olvido. 40 años de fracaso democrático no requieren mucha letra y la última dictadura no sólo reprimió cobardemente en la sombras sino que inició el endeudamiento público actual y vació todos los organismos que "intervinieron". Mágicamente la "clase patricia argentina" pasó a vivir en lujosos pisos en Libertador. La alta burguesía se disfraza de republicana o se calza las botas, según les convenga. Conclusion: "El Régimen" nos gobernó casi siempre, hay que ir muy atrás para encontrar algo rescatable.

Los gobiernos si contribuyen al bien común, es decir si promueven una población feliz (no divertida) protegiendo a las familias, con acceso a bienes materiales (educación, salud, vivienda, etc.) y un sano progreso en pos de nuestro fin trascendente (vivir una vida virtuosa), siempre en absoluta libertad, entonces sí podemos llamarlos buenos gobierno. El resto es puro cuento.

Deseamos un gobierno laico (no laicista) que entienda que debe someter sus decisiones a leyes morales inmutables (Orden Natural) y que permita y facilite la acción de Iglesia Católica (sin clericalismos), ya que ella sí debe evangelizar y velar por la salvación de las almas.

Y aquí también tenemos mala suerte, en el episcopado encontramos tibios y mediocres que en lugar de sotanas y mucetas visten una nada caritativa falsa prudencia, y en "los cuadros de la infantería" encontramos a muchos enfermos de ideología que confunden socialismo con caridad cristiana, pero dejemos este tema para otro capítulo, además ellos tienen "Ayuda Extra" para buscar la cura y automedicarse. Dios permita una rápida recuperación.

Los partidos políticos en argentina están copados por mercachifles sin formación, o peor, por fanáticos descerebrados con aire de intelectuales que repiten slogans como si fueran marmotas. Unos venden "derechos" a cambio de votos, otros defienden a trabajadores "imaginarios", y todos se enriquecen como "funcionarios que no funcionan" creyendo que salvan a la patria y que se merecen los descomunales salarios que cobran. Sólo debemos escuchar algunas fórmulas juramentales de estos energúmenos, y estas despertarán, lástima cuando menos y deseos de ejecutar un regio kick in the ass, en la mayoría de los casos.


II Parte

Aristóteles simplificó nombrando a las formas de gobiernos virtuosas Monarquía, Aristocracia y República y a las corruptas de cada una de ellas Tiranía, Oligarquía y Demagogia. Otros autores han profundizado las variantes corruptas con mayores detalles, pero los argentinos podemos agregar la peor de todas, la que falsificó la justicia social y contaminó todo lo que tocó, nos hundió en la pobreza y promovió cuanta perversión encontró a mano, el Kirchnerismo. Hemos sufrido tiranos, oligarcas y demagogos, pero jamás los habíamos sufrido a todos juntos y en todos lados, en el gobierno, en los sindicatos, en las empresas públicas, en los medios, en las ONGs, en las universidades, etc., etc., etc. Cuando dijeron "vamos por todo", no mentían.

Capítulo aparte son los infantilismos. Podemos empezar con los más delicados que son quienes afirman que “la democracia es hoy una filosofía, una manera de vivir, una religión y, casi accesoriamente, una forma de gobierno”, donde en “cada conflicto el vencedor no es ya quién tiene más fuerza física sino más fuerza persuasiva” y podríamos continuar por horas con civilizadas burradas que transitan “la ancha avenida del medio”. 

Pero esta gente es el comienzo del fin, se empieza con la idiotez de “una forma de vida” y se termina rindiendo honores a un Estado totalitario que nos obliga a vivir democráticamente o a respetar la dictadura del proletariado. Comenzamos, hace 235 años, con “los librepensadores” que no permitían otra forma de pensar que no sea la de ellos so pena de guillotina, y terminamos hoy con los delirantes que "endiosan a la naturaleza" y le inventan "derechos a los animales" so pena de ser catalogados como sangrientos retrógradas opresores racistas.

Y nuevamente, la realidad es que el hombre es un ser social, y si bien necesita de una autoridad que lo ordene según el sentido común y promueva la vida virtuosa permitiendo a las personas alcanzar su fin trascendente, esta autoridad debe interferir lo menos posible en la vida las personas y no debe atribuirse derechos que les competen a las personas. Cuando el Estado se convierte en el educador de nuestros hijos, monopolizando contenidos y hasta recomendando "científicas" prácticas antinaturales, no sólo es un Estado totalitario, también es perverso.

Cómo calificarían entonces a los gobiernos K que no conformes con manejarnos la vida desde el precio de la luz hasta el matrimonio igualitario, callan y ocultan la pederastia, se pavonean promoviendo la mariconada, y le rinden culto a las salvajadas globalistas del aborto, la eutanasia o el cambio de sexo como "derechos" que el Estado debe proteger y pagar bajo el pretexto de igualdad.


III Parte

El Aquinate, perfeccionando a los griegos, razona que, entonces, el mejor régimen político es el mixto: Un monarca asesorado por un consejo de los mejores, quienes a su vez fueron elegidos libremente por el pueblo. Repitiendo esta misma estructura en los diferentes niveles jerárquicos, desde la ciudad, pasando por la región o provincia, hasta llegar a la nación.

Esta claro, que estamos muy lejos de aquellas estructuras, hoy "al monarca" se lo elige según dádivas o falsaria propaganda y "los mejores" son los "peores" escondidos en listas sábanas. Recientemente se quiso modificar la elección de diputados por sección, donde se supone que los ciudadanos conocen, a los futuros diputados, por cercanía y pusieron el grito en el cielo. Claro, ¿qué "ciudad" votaría, por ejemplo, al grasiento inutil de Cafierito o al idiota matriculado de Marino o al fotocopiador de Sociales de Castillo?

Hoy aquellas estructuras suenan a utopía, pero recordemos que existieron y se perfeccionaron durante casi 1000 años. Deberíamos recoger estos ejemplos, aprender de ellos y vivificar nuestras instituciones. Sin embargo, y contra todo sentido común, vivimos una sociedad distópica. Lo peor de lo peor se ha adueñado de nuestras vidas.

Gracias a Dios, el hartazgo de la gente ha engendrado movimientos de cambio y estos han elegido a un loco que hace todo lo políticamente incorrecto. Pobre loquito, sus ideas están tan encrespadas como su cabellera; realmente es una sombra de lo que necesitamos para salvar a la patria, pero es lo menos malo que tenemos y al menos encaró para el lado correcto.

El Estado debe dedicarse sólo a lo que le corresponde: Gobierno, Justicia, Seguridad, Defensa y Relaciones Exteriores, y eventualmente, sólo en forma transitoria y cuando la actividad privada sea deficiente, Educación y Salud (no confundir, el Estado no debe ser empleador, debe asegurar el acceso gratuito). Por lo demás, siempre es deseable un Estado Mínimo (signo de una sociedad sana) y esto más o menos, es lo que propone Milei.

Estamos en las antípodas de los gobiernos socialistas, socialdemócratas, progresistas o como deseen llamarlos, por eso votamos PRO ó LLA, pero cuál será el destino final que nos espera con este gobierno, no tengo idea. 

Muchos discuten sobre si es un liberal individualista o si es realmente un anarco-liberal, si es un sionista de derecha y un apóstata, o si sólo está confundido, dejo los tecnicismos para quienes están más capacitados que yo (por ej.: el Dr. Fernando Romero Moreno -Nueva Derecha- que diariamente protagoniza provechosos debates en X), nosotros simplemente confiamos en algunos "filtros" que lo rodean, como la Sra. Vicepresidente, y nos conformamos con un liberal con sentido común. Y como he dicho anteriormente, aún si "achicara" de más al Estado, lo prefiero "achicando".

A buen entendedor, pocas palabras:

"El administrador unifica, centraliza y simplifica al máximo. El gobernante diversifica, descentraliza y respeta todas las diferencias legítimas que la diversidad de situaciones complejas impone al buen sentido. Ambas actividades son legítimas y necesarias en sus respectivas esferas. Lo grave se da cuando el gobernante descuida sus tareas para transformarse progresivamente en administrador. En tal caso, el espíritu de administración se desvirtúa y, cual nuevo rey Midas, esteriliza y ahoga cuanto toca".

El Orden Natural, Carlos A. Sacheri

"Gobernar es una cosa increíblemente dura y peligrosa; pero no por lo tantísimo de cosas que hay que hacer, como cree el vulgo, sino por lo bravísimo de las tres únicas cosas que tiene que hacer el gobierno, a saber, hacer la guerra, hacer caminos y hacer justicia.

¿Y repartir nafta? Eso se deja a los pinches. Robarán algo, ¡paciencia! Si lo agarro robando, entonces dentra el hacer justicia. Así como queda mal un cura duro, así queda mal un militar blando".

Canciones de Militis, Leonardo Castellani

El elefantiásico Estado con "sus kiosquitos politiqueros" por todos lados debe ser desmantelado. Quizás se le vaya la mano en algún punto, no importa, luego se reculará. Si el 10% de los más de 1000 cambios propuestos (DNU + Ley) están mal, significa que hoy ¡arreglaremos 900! y solo nos quedan 100 para revisar mañana. No se debe perder tiempo.

Pero, tenemos una oposición que lo único que hace es "hacer tiempo". No le interesa ni el país ni la gente, solo lucha por la vigencia del relato. Para qué discute cada punto sino tiene contrapropuestas? para qué pide la palabra en un debate donde no cede y ni siquiera escucha? para qué habla tanto si terminará votando todo en contra? No perdamos tiempo con esta cría vampírica.

IV Parte

Y terminaron votando en contra y la oposición festejó la caída del proyecto de Ley.

Ni siquiera saben las cosas que rechazaron bajo la consigna "La patria no se vende", que si fuera cierto, solo aplicaría a un par de títulos (privatizaciones y tierras). ¿Y los poderes delegados al ejecutivo? es extraño ver que quienes nos sometieron durante 16 años a una monarquía absolutista, hoy son republicanos. ¿Y los otros más de 370 artículos?. Que los placeros con cerebros "palomeriles" festejen, aplaudiendo, saltando y gritando, vaya y pase, pero ¿los diputados de la nación?. Luego no se quejen. Piensen que nunca fue buen negocio escupir para arriba.

Causaron una profunda consternación. Resulta inexplicable que quienes tienen la responsabilidad de representar a los ciudadanos, con el agravante de haber sido la causa de todos los males de los últimos 20 años, no piensen en el pueblo y ni siquiera piensen en redimirse.¿cómo pueden dormir? ¿no tienen remordimientos?

Con los temas menores ya mostraron la hilacha, los K estarán siempre en contra de todo lo que no venga de la "ladrona condenada", y los tibios federales y radicales preferirán siempre una hueca perorata "republicana" o un oportunista toma y daca antes que plantarse seriamente en lo que la sociedad pidió: un cambio profundo!

Y esto era sólo el principio, sólo algunas recomendadas desregulaciones para eliminar burocracia costosa e inútil, todavía no comenzaron con los temas realmente importantes: un verdadero plan económico con las reformas fiscal, laboral y previsional, la lucha contra la delincuencia, la corrupción y el narco, y el saneamiento cultural y social (contra agenda 2030, ESI, LGBT, ideología de género, aborto, garantismo "zafaroniano", relato de los '70, etc.).

Quisiéramos creer que la democracia argentina puede madurar y curarse de algunos de los vicios que los ciudadanos ya no soportamos más. Por ahora, no pedimos nada más.

Pero no tiren de más del hilo, la paciencia tiene un límite y la caridad obliga al caballero cristiano, y no estamos hablando de limosnas.



¡Qué Dios nos ayude a “pensar la patria”!



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