El estado de tristeza, ansiedad o irritabilidad, la disforia, se presenta
cuando una persona posee un sexo biológico diferente al que siente
como identidad de género. En otras palabras, nació varón, pero se
siente o se identifica o se autopercibe como perteneciente al género
femenino, o viceversa.
"La
ciencia moderna" ha determinado que la única cura o, para utilizar sus propios términos,
la única corrección posible a este malestar es complaciendo la
autopercepción, es decir convirtiendo el sexo biológico mediante un
tratamiento médico con hormonas y/o
una secuencia de cirugías de feminización o de masculinización,
según corresponda. En otras palabras, se debe adaptar "la
apariencia del cuerpo" a la imagen construida por la
autopercepción, dado que el cambio de sexo continúa siendo algo
imposible.