Disforia de género (07/2022)

 


El estado de tristeza, ansiedad o irritabilidad, la disforia, se presenta cuando una persona posee un sexo biológico diferente al que siente como identidad de género. En otras palabras, nació varón, pero se siente o se identifica o se autopercibe como perteneciente al género femenino, o viceversa.

"La ciencia moderna" ha determinado que la única cura o, para utilizar sus propios términos, la única corrección posible a este malestar es complaciendo la autopercepción, es decir convirtiendo el sexo biológico mediante un tratamiento médico con hormonas y/o una secuencia de cirugías de feminización o de masculinización, según corresponda. En otras palabras, se debe adaptar "la apariencia del cuerpo" a la imagen construida por la autopercepción, dado que el cambio de sexo continúa siendo algo imposible.


"La psicología ha rechazado cada vez más el concepto de normas para la salud mental, centrándose en cambio en la angustia emocional. La Asociación Estadounidense de Psiquiatría (APA), por ejemplo, explica en la quinta edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5) que Gender Dysphoria (GD) se incluye allí no debido a la discrepancia entre los pensamientos del individuo y la realidad física, sino debido a a la presencia de angustia emocional que dificulta el funcionamiento social. El DSM-5 también señala que se requiere un diagnóstico para que las compañías de seguros paguen las hormonas del sexo cruzado y la cirugía de reasignación de sexo (SRS) para aliviar la angustia emocional de GD. Una vez que se alivia la angustia, GD ya no se considera un trastorno."

 

Asociación Americana de Psiquiatría.
Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales. 5ª edición.


Si esto les parece reñido con el sentido común o la lógica, o les suena simplemente absurdo y carente de razón, están en lo correcto. Ya hace muchísimos años destacados profesionales descartaban estas propuestas de solución, no por opinión o capricho, si no por evidencias científicas.

Y algunas de estas ¡son tan evidentes!, solo se necesita prestar atención a los modelos propuestos en las marchas por el Día del Orgullo LGBTIQ+, y con mucha tristeza seguramente se preguntarán ¿quién puede ser tan ruin de mentirles a tantas personas defendiendo como "natural" semejantes ultrajes? ¿no les importa que será de ellos el día de mañana? ¿quién se beneficia sacando provecho de la caricaturización de desorientadas personas, que no me cabe duda que sufren y necesitan contención y tratamiento en vez de carnavales multicolores? ¿es realmente una discusión científica o es otra construcción ideológica para justificar un gran negocio?


"Paul McHugh, antes, Jefe de Psiquiatría en el hospital Johns Hopkins, había trabajado en el proyecto original de cambio de sexo que se implantó allí en los 60, antes de tener segundas ideas al respecto. Sí, aquí hay un psiquiatra que ha admitido que se equivocó. Se dio cuenta de las terribles consecuencias para los que se entusiasmaron con la agenda del ‘transgenerismo’, diciendo que el foco del género variable «ha tomado características de culto», «tiene su propia jerga, su propio lenguaje», y «los chats de internet que dan respuestas resbaladizas» a nuevos reclutas, y los clubs para un más fácil acceso s a vestidos y estilos que apoyan el cambio de sexo».

McHugh, incluso llamó la atención de algunos miembros de la clase dirigente por algún tiempo, dándoles a conocer los resultados de su amplio análisis de lo que ocurría en la dirección de internet ‘consecuencia del cambio de sexo’:

Lo más llamativo, su mortalidad (de los transgéneros) por suicidio aumentó veinte veces más que los de la población normal. Este resultado estremecedor no tenía explicación hasta entonces, pero seguramente reflejaba la creciente sensación de soledad de que ya habían informado las personas según se hacían mayores, después de la cirugía. El alto índice de suicidios desafiaba, ciertamente, la política de prescripción de cirugía para el cambio de sexo.

En 1979, McHugh cerró completamente la clínica de identidad de género del hospital Johns Hopkins, explicando que un estudio demostró que la mayoría de las personas que se habían sometido a la cirugía de cambio de sexo «continuaban con los mismos problemas en sus relaciones, en el trabajo, en sus emociones, como antes de la operación. La esperanza que tenían de salir de aquellas dificultades emocionales y florecer psicológicamente no se habían cumplido». El tratamiento quirúrgico para la juventud ‘transgénero’, añadió, es como aplicar la liposucción a una persona anoréxica. Describió, asimismo, a las ‘mujeres transgénero’ como ‘caricaturas de mujer’, porque la cirugía ‘falló’ por no poder cambiar muchos de sus rasgos, de sus características masculinas». Creía que los cambiados de sexo sufren un trastorno de propia aceptación y reafirmó, después de examinar las dolorosas evidencias, que: «Con estos hechos en la mano afirmo que el Hopkins estaba cooperando fundamentalmente con el desarrollo de la enfermedad mental. Nosotros, los psiquiatras, pienso que lo haríamos mejor si nos concentráramos en tratar de arreglar sus mentes y no sus genitales». "

 

Paul Rodney McHugh.

Psiquiatra, investigador y educador.

Profesor distinguido de psiquiatría - Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins. 


Pero ni se les ocurra repetir en público que "tratar la autopercepción" pareciera lo más razonable, lógico, lo menos traumático, lo único remediable en caso de fracaso, no tan costoso en términos económicos y/o de esfuerzos, y hasta quizás, la verdadera causa del malestar de la persona. Ustedes, queridos míos, son unos fascistas retrógrados y opresores homofóbicos, y no merecen tener espacio alguno dónde expresarse.

Si ustedes creían vivir en democracia, están equivocados. La única verdad es el relato del Marxismo Cultural y la Hegemonía Cultural nacida en la Escuela de Frankfurt y evolucionada en ácido Postmodernismo o infantil Progresismo y/o en una docena de enfermizas Ideologías deconstructivas que hacen realidad el mandato de Antonio Gramsci: destruir la civilización occidental y, principalmente, cristiana.

Si ustedes pensaban que en la Universidad debía respetarse la libertad de cátedra y debían respetarse las investigaciones que buscan la verdad científica, están equivocados. Y si ustedes creían que podían expresarse con libertad, publicando sus investigaciones y conclusiones científicas, están más equivocados aún. 

He aquí un ejemplo: dos profesores universitarios debieron cancelar la presentación de su libro científico y debieron huir ante incendiarias amenazas:

El libro en cuestión: Nadie nace en un cuerpo equivocado
La agresión y la amenaza: "Inqueersición"
Una crítica al libro: Crítica


Pero los defensores de la ideología de género no se detienen a considerar que quizás, tal vez, tengan razonamientos equivocados; simplemente no aceptan la discusión científica y apelan permanentemente a recitar un sufriente melodrama de frases sin otro sustento que desarrollar exponencialmente la industria del tissue paper; y lo que es peor, agreden, insultan, amenazan y persiguen utilizando incluso organismos oficiales, no permiten pensamientos diferentes y aplican "la cultura de la cancelación" para todas las personas opositoras.



¿No era que estaba prohibido prohibir? ¿No eran ellos los que solo aceptaban "verdades científicas"? ¿No eran ellos los verdaderos libertarios? Bueno, disculpas, quizás se me mezclaron los slogans.





Ahora bien, ¿qué dirían uds retrógrados, que hasta rechazan el lenguaje inclusivo, si les dijera que esta subespecie de fanáticos descerebrados está "liberando las mentes" de sus hijos con "educación sexual" infectada de ideologías y con "activismos o prácticas" pro-gay en las aulas escolares?


Claramente, a estos ideólogos les importa un bledo el sufrimiento humano, solo distribuyen panfletos y repiten slogans, y jamás leyeron una línea referida al/los tratamiento/s que los científicos discuten y recomiendan. Claramente, deben actuar por motivaciones muy "superiores", que no respetan ni a padres ni a niños. 



Hablar de "Infancias Trans libres y respetadas", someter a los chicos en los colegios a pruebas de "identidad de género" y a patrocinar "cambios de sexo" con una verborragia muy suelta de responsabilidades, es, mis queridos maleducadores, argumento suficiente para que muchos padres "involucionen hasta convertirse en verdaderas fieras" y los saquen a patadas de los colegios públicos. ¡Con los chicos, NO! O al menos no con los nuestros.



Aquí, otro ejemplo del accionar de esta sórdida ideología persiguiendo a todos lo que cuestionan sus postulados:
 

"... el Dr. Kenneth Zucker, reconocido durante mucho tiempo como una de las principales autoridades en cuestiones de identidad de género en los niños, también ha sido un defensor de los derechos de los homosexuales y las personas transgénero durante toda su vida. Sin embargo, para gran consternación de los activistas transgénero adultos, Zucker cree que los niños prepúberes con disforia de género se benefician mejor ayudándolos a alinear su identidad de género con su sexo anatómico. Esta visión finalmente le costó su dirección de 30 años de la Clínica de Identidad de Género Infantil, Juvenil y Familiar (GIC) en el Centro para la Adicción y la Salud Mental en Toronto."

Kenneth Zucker
Psicólogo


Y créanme, que desde mi nonada podría hacer una extensa lista de profesionales "políticamente incorrectos" que han sido perseguidos por los defensores de esta perversión que lleva ya 60 años.


Me imagino que en aquel entonces, a algún comerciante de la salud se le ocurrió un brillante negocio (y lo disfrazó de investigación científica) y cooptó económicamente a algún corrupto conglomerado de pensadores formados en la escuela de la "teoría social judea marxista" (entiendo que se hace innecesario nombrarlos), y entre todos le dieron forma a estas prácticas criminales, que cada tanto, algún idiota descubre y repite como si fuera la gran novedad del Progresismo (también entiendo que se hace innecesario nombrar al idiota repetidor que tenemos en la argentina). Las estimaciones privadas hablan de un negocio de varios billones de euros anuales.

Pero continuemos con la discusión científica y veamos también las opiniones de los médicos pediatras:

Hay problemas con este razonamiento (el expresado en DSM-5). Considere los siguientes ejemplos: una niña con anorexia nerviosa tiene la creencia errónea persistente de que es obesa; una persona con trastorno dismórfico corporal (TDC) alberga la errónea convicción de que es fea; una persona con trastorno de identidad de integridad corporal (BIID) se identifica como una persona discapacitada y se siente atrapada en un cuerpo completamente funcional. Las personas con BIID a menudo están tan angustiadas por sus cuerpos totalmente capaces que buscan la amputación quirúrgica de las extremidades sanas o la amputación quirúrgica de la médula espinal.

La Dra. Anne Lawrence, que es transgénero, ha argumentado que BIID tiene muchos paralelos con GD. Las creencias falsas antes mencionadas, como GD, no son solo angustiosas emocionalmente para las personas, sino que también ponen en peligro la vida. En cada caso, la cirugía para “afirmar” la suposición falsa (liposucción para la anorexia, cirugía estética para el TDC, amputación o paraplejia inducida quirúrgicamente para el BIID, cirugía de reasignación de sexo para la GD) puede muy bien aliviar la angustia emocional del paciente, pero no hará nada para resolver el problema psicológico subyacente y puede resultar en la muerte del paciente.

Alternativamente, se podría buscar un estándar mínimo. La normalidad ha sido definida como “aquello que funciona de acuerdo a su diseño”. Una de las principales funciones del cerebro es percibir la realidad física. Los pensamientos que están de acuerdo con la realidad física son normales. Los pensamientos que se desvían de la realidad física son anormales, además de potencialmente dañinos para el individuo o para los demás. Esto es cierto ya sea que el individuo que posee los pensamientos anormales sienta angustia o no. La creencia de una persona de que es algo o alguien que no es, es, en el mejor de los casos, un signo de pensamiento confuso; en el peor, es un engaño. El hecho de que una persona piense o sienta algo no lo convierte en tal. Esto sería cierto incluso si los pensamientos anormales estuvieran biológicamente "programados".

Conclusión

La disforia de género (DG) en los niños es un término utilizado para describir una condición psicológica en la que un niño experimenta una marcada incongruencia entre su género experimentado y el género asociado con el sexo biológico del niño. Los estudios de gemelos demuestran que GD no es un rasgo innato. Además, salvo la afirmación prepuberal y la intervención hormonal para GD, del 80 al 95 por ciento de los niños con GD aceptarán la realidad de su sexo biológico al final de la adolescencia.

El tratamiento de la DG en la infancia con hormonas equivale efectivamente a la experimentación masiva sobre, y a la esterilización de, jóvenes que son cognitivamente incapaces de dar su consentimiento informado. Existe un serio problema ético al permitir que se realicen procedimientos irreversibles que cambian la vida en menores que son demasiado jóvenes para dar ellos mismos un consentimiento válido; los adolescentes no pueden comprender la magnitud de tales decisiones.

Solo la ética exige el fin del uso de la supresión puberal con agonistas de GnRH, hormonas del sexo cruzado y cirugías de reasignación de sexo en niños y adolescentes. El Colegio Estadounidense de Pediatras recomienda el cese inmediato de estas intervenciones, así como el fin de promover la ideología de género a través de los planes de estudios escolares y las políticas legislativas. La sanidad, los currículos escolares y la legislación deben permanecer anclados a la realidad física. La investigación científica debe centrarse en una mejor comprensión de los fundamentos psicológicos de este trastorno, las terapias familiares e individuales óptimas, así como en delinear las diferencias entre los niños que se resuelven con la conducta expectante frente a los que se resuelven con la terapia y los que persisten a pesar de la terapia.

 

Colegio Americano de Pediatras.
Disforia de género en niños - Noviembre 2018


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¡Qué Dios nos ayude a “pensar la patria”!

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Material consultado:

https://acpeds.org/position-statements/gender-dysphoria-in-children

https://renovatio.org/2022/03/die-transgender-ideologie-als-angriff-auf-den-menschen/

https://www.crisismagazine.com/2018/psychologists-dissent-reigning-gender-ideology



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