Sobre la Libertad (12/2019)

Interpretación del Liberalismo:

 “Existe una falsa libertad fomentada por el liberalismo; la cual es a la verdadera libertad lo que la demagogia y el democratismo son a la democracia; el filosofismo a la filosofía; la sofística a la sofía; y la superstición y la herejía, a la religión. Es decir, es peor que ignorancia, es peor que mentira, es confusión (#)”. (1)


Y “progresando” en la misma línea: 
“Un socialista, el judío alemán Bernstein (*), dijo: <Poco importa hacia dónde vamos, lo que importa es el movimiento, porque la libertad es un movimiento…> Es una bobada filosófica: la libertad no es un movimiento, sino un poder moverse. Y en el poder moverse lo que importa es el hacia dónde. Lo que determina el movimiento —dicen los filósofos— y lo hace chico-grande, bueno-malo, tal o cual, es el término dónde, pues todo movimiento tiene dos términos: desde y a dónde. Libertad no tiene sentido alguno si no se añade para qué; y sin eso es mejor no hablar”. (1)
(#) el destacado es de esta transcripción
(*) infiero que se refiere a Eduard, Socialdemócrata en origen, Marxista “revisionista” luego en el exilio.

Simple y sin lugar a duda. Solo los buenos maestros saben hacerlo. Rodearse de buenos maestros y aprender de ellos, eso depende de nosotros. Y muchas veces, parte del aprendizaje es avergonzarnos de las “bobadas” que decimos. Muchos cometemos errores (por ignorancia, nomás), disculpas por los míos, pero hay otros que hacen “un apostolado de la bobada” (de confundidos, nada menos).

 “…libertad no es otra cosa que la facultad de elegir entre los medios que son aptos para alcanzar un fin determinado, en el sentido de que el que tiene facultad de elegir una cosa entre muchas es dueño de sus propias acciones”
…la libertad es propia de la voluntad, o más exactamente, es la voluntad misma, en cuanto que ésta, al obrar, posee la facultad de elegir” (3)

Siempre debe existir una finalidad determinada, el hacia donde queremos movernos, y la libertad consiste en poder elegir el medio y en poder movernos desde dónde estamos. Y para honrar nuestra naturaleza humana, esta debería ser: ejerciendo nuestra voluntad (sin "manipulaciones" de terceros), haciendo uso de la inteligencia e intentando alcanzar la razón; en otras palabras, que el medio elegido y la finalidad deseada sean lícitos. 

La cosa se complica un poco cuando tomamos en cuenta que, dada la mencionada naturaleza humana, somos imperfectos, y algunos somos bastante, y entonces necesitamos de alguna “ayuda extra" para no incurrir en peores "bobadas". Pero eso ya es otro tema …
  
“No obstante, como la razón y la voluntad son facultades imperfectas, puede suceder, y sucede muchas veces, que la razón proponga a la voluntad un objeto que, siendo en realidad malo, presenta una engañosa apariencia de bien, y que a él se aplique la voluntad. … la voluntad, por el solo hecho de su dependencia de la razón, cuando apetece un objeto que se aparta de la recta razón, incurre en el defecto radical de corromper y abusar de la libertad.

… No hay afirmación más absurda y peligrosa que ésta: que el hombre, por ser naturalmente libre, debe vivir desligado de toda ley. Porque si esta premisa fuese verdadera, la conclusión lógica sería que es esencial a la libertad andar en desacuerdo con la razón, siendo así que la afirmación verdadera es la contradictoria, o sea, que el hombre, precisamente por ser libre, ha de vivir sometido a la ley.” (3)

Y el problema de las “bobadas sobre la libertad” que proponen “vivir desligado de la ley” es que no quedan en “simples bobadas dichas” (que otros con “mejor entendimiento” podrían refutar, corregir y tema terminado), sino que eventualmente aparece alguna “bestia peluda” que las cree como verdaderas y en un tosco gesto de “liberación” masacra media humanidad.

Ejemplos en “secuencia histórica involutiva”, (siempre se trató de lo mismo y los “progres” creen que son de avanzada y sólo le cambiaron el nombre): 
  • Lutero publicó 95 “bobadas” (1517) para “liberarse de la Roma corrupta y opresora”, y desató el caos con muchas otras bobadas surgiendo por doquier que engendraron una “guerra manifiesta” de treinta años un siglo después (1618-1648) y una gran grieta, con decenas de “guerras ocultas”, que llega hasta hoy.
  • Rousseau publicó un “manual de bobadas” (1762) para “liberarse de las Monarquías corruptas y opresoras” y durante una década la burguesía francesa hizo “silbar” la guillotina y aterrorizó a Francia (1789-1799) y nos dejó un sistema de gobierno bastante imperfecto, mala copia del original, que muchos idolatran, toman como estilo de vida y en nombre de la libertad persiguen a quienes no profesen “la no-religión”.
  • Marx publicó ya “la enciclopedia de las bobadas” (1873) -compendio superador de las 2 anteriores más algún engendro delirante propio o Hegeliano- para “liberarse del Capitalismo corrupto y opresor” y desde “la creación del paraíso <de los trabajadores> Leninista” (1917) que no dejan de aparecer “bestias peludas” propiciando "maravillosas revoluciones" mientras masacran de a millones cada vez. 
  • Gramsci pocos años más tarde (1929-1935), profetizó el fracaso de todos los anteriores, garabateó 32 cuadernillos, aburrido, mientras estaba preso, deschabó el real objetivo de todas estas revoluciones: “destruir a la Iglesia Católica, la familia, la filosofía y a el sentido común”; y dejo claras instrucciones del método a emplear: "La conquista del poder cultural es previa a la del poder político y esto se logra mediante la acción concertada de los intelectuales llamados <orgánicos> infiltrados en todos los medios de comunicación, expresión y Universitarios". 
Y desde entonces, la "Revolución Cultural" o "Postmarxista" o el "Marxismo Cultural” metamorfosea a las “libres personas pensantes” en “esclavos zombis descerebrados”. Verlos marchar, intercalando un mínimo surtido de agravios y provocaciones con repetitivos huecos slogans, produce una mezcla de “amarga comicidad con profundo dolor”. 

Sólo cambió que algún “daltónico” les puso un trapo verde-moco en lugar del "tradicional rojo", algún “sofístico” sobreviviente del siglo V a.C. les sugirió re-escribirlos utilizando “lenguaje inclusivo”, y algún otro muy taimado, trastocó la belleza y los arquetipos en la revolución y los libertadores (y las “bestias peludas” ahora son artistas).

Pero teniendo a la historia de testigo, frente a un nuevo y seguro fracaso, ¿qué más inventarán? ... lamento decir a nuestro pesar, que la ponzoña será peor, pero festejemos igual, porque igualmente fracasará... a proposito, ¿se acuerdan de los hippies? ... 

Hay algunas “bobadas” un poco más pueriles, y son de uso tan generalizado, que parecen verdaderas. Como ejemplificar la libertad con el vuelo de los pájaros, siendo que los animales son los menos libres, ya que obedecen siempre a su instinto y carecen de inteligencia, razón y voluntad.

A otro nivel, no tan pueril, fruto de un “apostolado de la bobada”, encontramos a la transgresora gaviota que gracias a “su soñador impulso y su fuerza de voluntad, logra volar muy rápido y muy alto sólo por placer”, aún en contra de la naturaleza de su especie. Un espantoso (pero romanticón) conjunto de sinsentidos surgidos de la hueca voluntad del ego de "quien se cree diferente” y no es más que un comerciante.
Y extrapolando a la inescrutable gaviota con metodología Gramsciana (¿entenderán esto?), llegamos a las nada pueriles y muy toscas “superlativas de las bobadas” ¡y son argentinas! … al decir de Página Bolche “Hagamos una feminazi: Los ingredientes están al alcance de la imaginación y el pánico moral del represor: un poco de mugre, otro de alegría militante, nada de heterosexualidad, torrente de furia abortista, balde de odio a la Iglesia. Y todos ellos, sí, parecen cabernos a todas.” (¿sátira o confesión? no importa, es verdad y me exime de otros comentarios). El caído con su “Non serviam” y los modernos con su “Dios ha muerto”, ya parecen revoltosos bisoños al lado de estas “arañas peludas” (y aplican todas las acepciones) voceando desafiantes: “Si no organizamos, los matamos a todos”. 

Pero, para no incurrir en más bobadas, continuemos hablando de libertad con los que saben …
“¿Cuál es, pues, la verdadera libertad? ¿Consiste quizás en la libertad de elección? Ciertamente se trata de una parte de la libertad, y nos esforzamos, para que sea garantizada a cada hombre y mujer (Cfr. Concilio Ecuménico Vaticano II. Const. Past. Gaudium et spes, 73.) Pero sabemos que poder hacer lo que se desea no es suficiente para ser verdaderamente libre, y tampoco feliz. La verdadera libertad es mucho más.
De hecho, hay una esclavitud que encadena más que una prisión, más que una crisis de pánico, más que una imposición de cualquier tipo: es la esclavitud del propio ego. … El ego puede llegar a ser un esbirro que tortura al hombre en cualquier lugar y le causa la opresión más profunda, la que se llama "pecado", que no es la violación trivial de un código, sino fracaso de la existencia y condición de esclavos. (cf. Jn 8,34).
El pecado es, al final, decir y hacer ego”. (2)
Las personas nos dejamos esclavizar por nuestro propio ego y no nos damos cuenta, perdemos libertad porque nuestro intelecto (que se enferma a menudo) nos bloquea y dejamos de escuchar y aprender, nos "incapacitamos" para alcanzar la Verdad. Siempre elegimos lo más fácil y lo que represente el menor esfuerzo, “nuestra verdad” no es más que “una mentira que nos complace”. Qué feo ¿no? … Y yo agregaría: infantil. Nos encaprichamos con una golosina y rechazamos alimentarnos en serio.
Todas las “bobadas” filosóficas, como las arriba mencionadas, tienen la misma raíz, el ego, el hombre endiosado. Aquellos “se la creyeron” y nosotros más o menos, siempre con el objetivo de justificar nuestras miserias nos escondemos detrás de un “hago lo que se me canta, porque se me canta” y ¡exijo libertad para hacerlo! Qué brutos, ¿no? … Y si para ser realmente libres y romper con este sofisma hay que estudiar y pensar, en definitiva: laburar, ¡olvídate! Los nenes caprichosos no dejaremos jamás de saborear nuestro chupetín.
Nada nuevo, en 1888 un grande advertía:
“Por consiguiente, en una sociedad humana, la verdadera libertad no consiste en hacer el capricho personal de cada uno; esto provocaría una extrema confusión y una perturbación, que acabarían destruyendo al propio Estado; sino que consiste en que, por medio de las leyes civiles, pueda cada cual fácilmente vivir según los preceptos de la ley eterna” (3)
Y en nuestra patria, desde Liberales hasta Ácratas, “Libertarios” todos, continúan promoviendo alguna variante de las arriba mencionadas “bobadas sobre la libertad”; los “Progres”, cual viles comerciantes que lucran sin límites, continúan “maximizando los beneficios” de la veta esnob-romanticona de la gaviota; y las “FemiNazis”, cual cerriles amazonas, continúan intentando someter a la ciudadanía a sus “confusiones” destructivas del varón, y de la mujer, también por igual.
El viejo Laicismo, potenciado con el ESI, con la Ideología de Género y con la liberación y el orgullo de las minorías LGTB, todos intentando justificar desvíos a través de la alquimia del Orden Natural, más el viejo Indigenismo, trastocando la historia para justificar el odio racial, más la vieja contracultura, potenciada con la bobada del Lenguaje Inclusivo; todos ellos vehículos de la revolución marxista; todos ellos caprichos de algunos “confundidores” que lastiman e inmolan a quienes dicen y quieren proteger y que nos impiden desarrollar una ciudadanía realmente libre y responsable.
¡Cuántos nenes caprichosos vemos a diario que “lengüetean su chupetín, nos miran de reojo y se ríen con desprecio”! Y nosotros los “brutos laburantes que no entendemos nada de la evolución”, debemos pagar los chupetines, y debemos, además, soportar estoicamente sus insolencias. No se puede ir por la vida puteando contra todo, en algún momento alguien reaccionará y no con buenos modales.

Por caridad para con “las bestias” y por respeto a las generaciones futuras, debemos rechazarlos enérgicamente sin siquiera intentar reflexionar con ellos, está claro que ninguna de sus acciones es por amor a la humanidad y todas son expresiones de odio a Dios y desdén por la Libertad. 
¡Qué Dios nos ayude a “pensar la patria”!

(1)    Leonardo Castellani - "Sentencias y aforismos políticos" - Ed. del Grupo Patria Grande 1981
(3)    La libertad moral social - Libertas – Sobre la libertad y el liberalismo - León XIII Texto completo: http://w2.vatican.va/content/leo-xiii/es/encyclicals/documents/hf_l-xiii_enc_20061888_libertas.html


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