Todos tenemos derecho a Educación y Salud, a una Vivienda digna, a Vestimenta y Alimentación, y a una ancianidad cuidada.
Estos son nuestros derechos y el Estado debe esforzarse por honrarlos, si nos enfermamos que nos atienda y medique, si tenemos hambre que nos alimente, si queremos estudiar que nos beque y promueva, si no tenemos que ponernos que nos vista y si no tenemos donde vivir que nos facilite un techo con los servicios públicos básicos. Y por supuesto, también tenemos derecho a peticionar cuando no recibamos lo que necesitemos o no sea suficiente.
Desde las Naciones Unidas (aún a pesar de algunas interpretaciones sesgadas y contradictorias como la eutanasia y el aborto) hasta el Magisterio Papal (con una interpretación integral de las personas y sin contradicciones) podríamos concluir que Occidente reconoce la existencia de los Derechos Fundamentales de los Hombres (derechos humanos, sociales, laborales, religiosos, etc.). Y, aun así, parece mentira que todavía existan regímenes que privan o violan alguno/s de tales derechos ofendiendo la dignidad de las personas.
La persona humana, sujeto de derechos y deberes.
En toda convivencia humana bien ordenada y provechosa hay que establecer como fundamento el principio de que todo hombre es persona, esto es naturaleza dotada de inteligencia y de libre albedrío, y que, por tanto, el hombre tiene por sí mismo derechos y deberes, que dimanan inmediatamente y al mismo tiempo de su propia naturaleza. Estos derechos y deberes son, por ello, universales e inviolables y no pueden renunciarse por ningún concepto.
Si, por otra parte, consideramos la dignidad de la persona humana a la luz de las verdades reveladas por Dios, hemos de valorar necesariamente en mayor grado aún esta dignidad, ya que los hombres han sido redimidos con la sangre de Jesucristo, hechos hijos y amigos de Dios por la gracia sobrenatural y herederos de la gloria eterna.
Los Derechos del Hombre
Derecho a la existencia y a un decoroso nivel de vida.
Puestos a desarrollar, en primer término, el tema de los derechos del hombre, observamos que éste tiene un derecho a la existencia, a la integridad corporal, a los medios necesarios para un decoroso nivel de vida, cuales son, principalmente, el alimento, el vestido, la vivienda, el descanso, la asistencia médica y, finalmente, los servicios indispensables que a cada uno debe prestar el Estado. De lo cual se sigue que el hombre posee también el derecho a la seguridad personal en caso de enfermedad, invalidez, viudedad, vejez, paro y, por último, cualquier otra eventualidad que le prive, sin culpa suya, de los medios necesarios para su sustento.
Derecho a la buena fama, a la verdad y a la cultura.
El hombre exige, además, por derecho natural el debido respeto a su persona, la buena reputación social, la posibilidad de buscar la verdad libremente y, dentro de los límites del orden moral y del bien común, manifestar y difundir sus opiniones y ejercer una profesión cualquiera, y, finalmente, disponer de una información objetiva de los sucesos públicos.
También es un derecho natural del hombre el acceso a los bienes de la cultura. Por ello, es igualmente necesario que reciba una instrucción fundamental común y una formación técnica o profesional de acuerdo con el progreso de la cultura en su propio país. Con este fin hay que esforzarse para que los ciudadanos puedan subir, sí su capacidad intelectual lo permite, a los más altos grados de los estudios, de tal forma que, dentro de lo posible, alcancen en la sociedad los cargos y responsabilidades adecuados a su talento y a la experiencia que hayan adquirido.”
Y completa con “el derecho al culto divino y los derechos familiares y económicos, el derecho a la propiedad privada, a reunión y asociación, a residencia y emigración, a la intervención en la vida pública y el derecho a la seguridad jurídica.”
Pacem in terris – Juan XXIII
_________________________________________________
Hoy en día en la Argentina no sufrimos regímenes totalitarios (aún), pero si sufrimos a una casta de parásitos que se adueñaron y comercian con nuestros derechos.
Han escrito una “libre interpretación” con muchísima “viveza criolla” y se autoproclaman como nuestros “super-heroes protectores de la justicia social”. Tanto nos han embrutecido que hasta aplaudimos al primer idiota que aparece recitando “el salmo del negrito oprimido”
Esos son mis derechos, aunque me resista “a trabajar 8 (o más) horas recibiendo órdenes de algún opresor capitalista” y simplemente trabaje “de lo mío, de busca, mantero, artesano o artista callejero” sin realizar aporte alguno al sistema. Y por supuesto, si “me veo obligado a salir de caño”, también tengo derecho a que la justicia comprenda la marginación a la que fui sometido y no me castigue, sólo soy una víctima más de este perverso y opresor sistema capitalista.
mientras son ellos los que “viven (y muy cómodos) del dolor y las necesidades de los negritos laburantes”.
Reclamar por “Los Derechos” es plausible y dignifica a quienes los reclaman y a quienes reciben los beneficios, pero reclamar por el cumplimiento de “Las Obligaciones” eso es deleznable, son factores opresivos de fachos-ricachones, todos evasores con sus cuentas offshore para ocultar el dinero que nos robaron y que nos pertenece a todos, si hubiera una justa distribución de la riqueza. La vida no tiene por qué ser sólo esfuerzo y sufrimiento; si no existieran los oligarcas terratenientes, nuestra existencia sería mucho más llevadera y divertida.
mientras los poderosos dueños del mundo encienden un habano, agitan un añejo scotch en las rocas, ríen en las sombras, y no pueden creer que se la hagamos ¡tan fácil! … toda una sociedad revolcándose en la ciénaga del odio mascullando estos dislates sobre “torcidos” derechos.
Los “politignorantes” oportunistas les hacen el trabajo sucio legislando “derechos” inventados para “proteger a las minorías oprimidas”, los progres-snobs aplauden este mamarracho y llaman “derechos humanos” y “amor” a cualquier cosa, y algunas sotanas, indignamente llevadas, pretenden hacernos creer que la “Opción preferencial por los Pobres” se refiere a “los pobres de la clase proletaria oprimida” en una interpretación marxista para un pensamiento para nada cristiano.
Desde políticos y “académicos del Grupo de Puebla”, pasando por embrutecidos burgueses imberbes de “La Cámpora” y llegando hasta los trastocados “Curas en la Opción por los Pobres” sosteniendo la para nada católica “(ni) Teología de (ni) la Liberación (al decir de San Juan Pablo II)”, todos ellos son esbirros sirvientes del Nuevo Orden Mundial postrándose de rodillas frente a “la estampita de Michael Foucault” (lo twittearon hace poco y me pareció una imagen genialmente descriptiva de la perversión de los Argento Progres).
Hace 40 años que escuchamos la misma cantinela y ya sufrimos a los nietos de vagos y delincuentes que mendigan por “sus derechos” y vemos como los "vividores del dolor” los atrincheran tras medias verdades: ¿cómo les podemos hablar de obligaciones si tienen el estómago vacío? Y “las medias verdades” se perpetúan en el tiempo porque conviene que siempre tengan el estómago vacío.

Y los "Señores ladrones” se regocijan cuando ven un pueblo que se roban unos a otros y se tratan como enemigos, porque allí se esconden mejor y se reservan la mejor tajada, sin que nadie lo note.
Todos tenemos derecho a vivir en sociedad y a compartir los beneficios de esa “sociedad”, pero tenemos obligaciones que cumplir para con ella. Caso contrario, por no cumplir con las obligaciones (o por abusar de los beneficios), los antiguos condenaban al ostracismo social o al destierro.
No existe economía dónde “nadie” trabaja. No existe futuro dónde “nadie” estudia. No existe beneficio sin sacrificio. Y el que promete lo contrario, miente.
- “Ganarás el pan con el sudor de tu frente, hasta que vuelvas a la tierra, de donde fuiste sacado. ¡Porque eres polvo y al polvo volverás!" (Génesis 3:19)
- “No vivimos entre ustedes sin trabajar, nadie nos dio de balde el pan que comimos, sino que trabajamos y nos cansamos día y noche, a fin de no ser carga para nadie ... El que no trabaje, que no coma» (2 Tesalonicenses 3:7-10)
- Por tanto, quienes, al reivindicar sus derechos, olvidan por completo sus deberes o no les dan la importancia debida, se asemejan a los que derriban con una mano lo que con la otra construyen. (Pacem in Terris -30)
No confundir, los laburantes pagamos orgullosamente los impuestos para que el Estado proteja a los necesitados y brinde igualdad de oportunidades para todos, pero no pagamos para que “nos tomen el pelo”. Resulta que “trabajar o estudiar es el peor negocio” y “la política es la profesión más rentable” (como por ej.: la “abogada exitosa” -que nunca ejerció- pero que instauró una monarquía con dinastía “progre-play-station” incluida).
Si los ricos son cada vez más ricos y los pobres son cada vez más pobres, no seamos ingenuos, no podemos seguir acusando “al sistema capitalista” como único culpable, y no seamos infantiles, los ricos jamás compartirán su riqueza con nosotros porque un “Tío títere mártir de las erecciones digitales” se los ordene o pretenda robarlos con una “contribución por única vez”.
Hasta cuándo debemos esperar que “la santa polítiquería demochanta” entienda que atacando al productor o al laburante nunca tendremos ni justa distribución de la riqueza ni movilidad social ascendente. Seamos críticos, o nos gobiernan brutos ignorantes que no saben que hacer o el “que nada cambie” es el curro de estos malnacidos.
No somos, ni nunca seremos, “todos igualitos”. Los que no aportan nada al sistema no pueden pretender los mismos beneficios que los que si aportan. Quienes trabajan comparten beneficios, quienes no, solo pueden exigir “protección” del Estado y, recomendablemente, “transitoria”.
Todos tenemos la obligación de respetar los derechos fundamentales de los demás, es decir, debemos asistir en “la urgencia” a los más necesitados, pero siempre cuidando de no ser injustos con quienes hicieron los aportes que se pretenden distribuir.
Ejemplos:
- es necesario que se proteja a todos los ancianos, pero no es justo que quien trabajó toda su vida sufra indigencia en su vejez porque algún populista “regaló jubilaciones”, son cosas diferentes y los fondos deben ser diferenciados
- es bueno que se promueva la participación de los estudiantes y que sean escuchados, pero es un disparate que una adolescente sin pergamino alguno se convierta en “legisladora de la ciudad”
- es una obligación vestir y alimentar al necesitado, pero es abusivo que no trabajen porque los planes son más rentables o que no permitan el tránsito de quienes si trabajan cuando ellos protestan
- es correcto que todos tengamos derechos a un juicio justo, pero es irritante que los corruptos tengan procesos eternos y nunca terminen presos (¡aun estando condenados!)
- es sano velar por la reinserción social de los presos, pero es absurdo que ciudadanos empobrecidos los mantengan por años sin trabajar (¡incluyendo a violadores y pederastas!)
- y … claramente cada uno de nosotros tiene una larga lista de chantadas disfrazadas de derechos
Para que un país crezca todos debemos trabajar, ¡hasta los presos! En un país pobre, el que no labura no come.
Mientras tanto, para “los negritos laburantes” (como yo) estudiar y trabajar es la receta de mínima para salir del pozo, y no votar ni a ignorantes ni a ladrones es la de máxima, que, si no cumplimos primero con la de mínima, nunca veremos.
Y si además de todas estas necedades escuchadas a diario de cuanto chapucero anda dando vueltas por los medios, también debemos soportar a los charlatanes que sostienen que ¡los únicos que defienden los Derechos Humanos son las izquierdas! Y que ¡los Derechos Laborales adquiridos son logros de las luchas de las izquierdas! … disculpen, pero ya es demasiado.
Los derechos humanos y los derechos de los trabajadores les son en su mayoría, ajenos. Esos que mencionan haber alcanzado con sus “luchas” callejeras a fuerza de cortes, piedras, molotov, pancartas y pintadas, no les pertenece ninguno. "Los negritos" aprendimos a leer y a estudiar, y ya no compramos pescado podrido.
Sin embargo, hay un conjunto de “derechos sociales falsos”, esos que causan más daños que beneficios, esos sí, ¡les pertenecen todos! y no les alcanzará la vida para pedir perdón si es que aprenden a reflexionar; aunque creo que continuarán mintiéndose a sí mismos, como hacen los cobardes.
Los terroristas asesinos de ayer, se mienten hoy colgando cartelitos de “fueron 30.000” de una “juventud maravillosa de resistencia a la dictadura” de la cual huyeron y a la cual ni enfrentaron ni resistieron, ni fueron 30.000. El traperío verde-moco con el emputecimiento de la niñez y el genocidio de “fenómenos” de hoy, se mienten como los defensores de “minorías oprimidas”, de “la mujer” y de la “salud pública”. Y tienen más logros “falsos” en su haber, matrimonio igualitario y la destrucción de la familia, ESI y los desvíos en la sexualidad, Lenguaje inclusivo y la destrucción de la lengua, etc., etc., pero es inútil, el fanatismo los ha cegado, y no hay peor ciego que el que no quiere ver.
_____________________________________________________
Revisemos algunos de los Derechos logrados
Derechos Humanos
Hay infinidad de trabajos (mucho más eruditos que los que yo podría aportar) que demuestran como desde “Don Raúl y la Internacional Socialista” hasta “Néstor y el Perro rabioso de Página Bolche” se adueñaron de una vil visión de los derechos humanos y montaron “un negocio” comprando voluntades.
Condenan al “Terrorismo de Estado”, lo cual en principio sería loable, pero se olvidan de los ataques guerrilleros y los crímenes en tiempos de democracia con el argumento que “no es lo mismo”, estos serían crímenes comunes y no comparables, y también será loable, pero ¡revindican a los guerrilleros como “la juventud maravillosa” de héroes luchadores por la libertad!. Y ya cruzaron el límite y todo lo loable queda sumergido en el barro.
Los guerrilleros fueron un ejército apátrida de asesinos que quisieron “tomar el poder de la Nación utilizando la fuerza para implantar un régimen totalitario, anticristiano y contrario a nuestra esencia nacional” y simplemente por eso, deberían haber sido fusilados.
Nada justifica el golpe militar, si hubieran hecho el trabajo “de aniquilar la guerrilla” como corresponde, hoy tendríamos Derechos Humanos en serio.
Derechos Laborales
Jornada Laboral de 8 horas.
El argumento que utilizan es el que se escribieron ellos mismos para su propio Congreso de la Segunda Internacional Socialista (París, 1889) en donde, en honor de las víctimas del mayo de 1886, declararon al 1º de Mayo como Día Mundial de la Lucha Obrera.
Por aquellos años, la American Foundation of Labor había llamado a una huelga para el 1º de mayo de 1886 en reclamo de la jornada de 8 horas y todo terminó mal y con muertos, primero 6 víctimas de luchas de obreros contra obreros, luego un número mayor de muertos (nunca determinado) en una manifestación terminada en batalla entre obreros y policías como consecuencia de una bomba contra la policía, para finalizar con un estado de sitio, allanamientos, armamento escondido y una parodia de juicio a “los huelguistas”, un suicidio y 4 ejecutados en la horca.
Pero la verdad es que la jornada de 8 horas ya existía 1300 años antes, y fue de uso generalizado hasta que “las revoluciones” involucionaron los avances sociales y “liberaron al pueblo” del opresor oscurantismo de la Iglesia y “la libertad laica” permitió la explotación en jornadas de 12 o 18 horas incluyendo a mujeres y niños.
En el año 530, San Benito establecía la regla que llevaría su nombre y que luego Carlomagno, a finales del siglo IX, la recomendó para todos los monasterios del imperio.
- De los 73 capítulos que componen la Regla, 9 tratan de los deberes del Abad, 13 regulan el culto a Dios, 29 se refieren a la disciplina y al código penal, 10 a la administración interna del monasterio, y los restantes 12 consisten en regulaciones de temas varios.
- El Capítulo 2 describe las condiciones necesarias que debe tener el abad y le prohíbe hacer en el monasterio discriminación de personas
- El Capítulo 7 trata sobre la humildad, virtud que es dividida en doce grados o escalones en la escala que conduce hacia el cielo. Son los siguientes: (1) temor de Dios; (2) represión propia de la voluntad; (3) sometimiento de la voluntad al superior; (4) obediencia en las dificultades y en las mayores contrariedades; (5) la confesión de las faltas; (6) conocimiento de la propia indignidad; (7) preferir a los demás antes que a uno mismo; (8) evitar rarezas; (9) no hablar a destiempo, (10) evitar la risa indecorosa; (11) represión del orgullo; (12) humildad en el porte externo.
- Pero el principal mandato es el hoy conocido “ora et labora”, con una especial atención a la regulación del horario. Se tuvo muy en cuenta el aprovechamiento de la luz solar según las distintas estaciones del año y conseguir un equilibrio entre el trabajo (generalmente trabajo agrario), la meditación, la oración y el sueño.
- 8 x 8 x 8 = 8 horas de trabajo, 8 de actividades hogareñas (aseo, alimentación, oración y estudio) y 8 de descanso (sueño).
En el 1500 cuando aún no éramos una Colonia, sino un reino incorporado a la corona de Castilla y no éramos esclavos ni ciudadanos de segunda sino súbditos libres del reino al igual que cualquier español, las Leyes del Reino de las Indias (1595) establecieron en su Título VI del Libro III que los indios no podían sufrir jornadas laborales mayores a 8 horas.
Mientras tanto en la cultura sajona que aún hoy respeta a sus monarcas, a comienzos del 1800, mucho antes del publicitado 1° de Mayo, Robert Owen, un empresario británico, había establecido la jornada de diez horas en sus fábricas y más tarde decidió todavía reducirla más hasta llegar a las ocho horas.
En Argentina, en 1894 el concejal radical (¿socialista?) Eduardo Pittaluga presentó un proyecto de ordenanza municipal, y desde entonces se presentaron muchos proyectos de leyes, siendo el más representativo el del socialista Alfredo Palacios en 1906. Aunque finalmente fue en 1929 cuando a instancias del presidente Hipólito Yrigoyen, el Congreso de la Nación sancionó la ley 11.544 que estableció por ley la jornada laboral de ocho horas en Argentina.
De la única forma que puedo reconocerle a la izquierda algo de este logro es haciendo comenzar la historia de la humanidad en 1894 y suprimiendo de esa historia a H. Yrigoyen.
Aguinaldo
El origen del aguinaldo reconoce 2 posibles
- En la antigüedad los pueblos del norte celebraban el solsticio de invierno con cantos y bailes y los celtas, por ejemplo, se obsequiaban frutos acompañados por hojas de muérdago que llamaban “gui” y al obsequio “eguinad”. Luego los franceses utilizaron la expresión: "Au gui de l'an neuf" ("Muérdago del año nuevo") y finalmente los españoles cantaban villancicos en las puertas para ser recompensados con un “aguilando” que, en un principio, era un obsequio simbólico.
- Otros atribuyen el término a los romanos y a un bono decembrino: el de “noc in anno”, frase en latín que significa “en este año” y que se usaba para darle a un empleado una suma extra a su salario de siempre durante las fiestas que se celebraban en diciembre para recibir el nacimiento del sol nuevo.
Luego, con el cristianismo, encontramos a muchísimos pueblos que realizaban obsequios navideños de pagos extraordinarios a sus trabajadores o propinas u otro tipo de obsequios.
En Argentina los primeros aguilandos datan de fines de 1800 como una práctica de los comerciantes para con sus dependientes y de los vecinos para con basureros y canillitas. En 1910, con motivo del centenario. el intendente Manuel Guiraldes (hacendado criado en Europa, miembro del Jockey Club y ex presidente de la sociedad rural) pagó un sueldo extra al que llamó Aguinaldo del Centenario, y desde entonces siguieron muchos otros ejemplos.
Hasta que el gobierno de facto del Gral. E. Farrell, quien tenía al coronel J.D. Perón en la Secretaría de Trabajo y Previsión impulsó el decreto 33.302 que dispuso la creación del Instituto Nacional de Remuneraciones y el pago del Sueldo Anual Complementario en la actividad privada.
Vacaciones
Las vacaciones pagas como tal, surgieron en la “oscura” Edad Media, cuando tras la poca cantidad de trabajo que había, quienes aplicaban las leyes determinaban un período de descanso. Alfonso X, “el rey sabio” de España, lo dispuso en el Libro de las Leyes o “Las Partidas” y la medida fue replicada por el clero.
Entonces, si bien los primeros en tomar vacaciones fueron jueces y sacerdotes, los campesinos quienes no podían ser notificados por los tribunales en los dos meses de labor en el campo (durante el verano) también podrían ser incluidos como los primeros que tuvieron vacaciones.
En Argentina, no cabe ninguna duda, es nuevamente el gobierno de Farrell quien el 23 de enero de 1945 y a través de la mencionada Secretaría de Trabajo y Previsión y del coronel J.D. Perón, proclamó el Decreto N° 1440, mediante el cual se habilitó a los trabajadores argentinos a gozar de un período de vacaciones pagas.
Obra Social
En 1830 una epidemia de cólera llega a Europa a través de personas infectadas procedentes de la India, eso dio lugar al establecimiento de políticas de inspección y cuarentena en los barcos que arribaban a puertos europeos, y esto eventualmente condujo a la convocatoria de la primera reunión formal entre naciones para discutir problemas de salud: la Primera Conferencia Sanitaria Internacional, que se llevó a cabo en 1851 y a la que acudieron representantes de 12 países europeos. Entre 1851 y 1903 se organizaron once conferencias internacionales similares, y en 1907 las naciones participantes decidieron crear la Oficina Internacional de Higiene Pública que tuvo su sede en París.
En la Argentina, si bien en la década de 1940 ya existían algunos indicios de OS en las instituciones que agrupaban a los inmigrantes en colectividades, es desde el gobierno de J.D. Perón y durante las décadas siguientes cuando hacen su aparición las OS Sindicales, todas con diferentes tipos de coberturas y prestaciones (salud, turismo y asistencia social). Y recién en 1970 se consolida el sistema de Obras Sociales (OS), curiosamente bajo otro gobierno de facto, en este caso el del general Onganía, a través de la Ley 18.610.
A no ser que “el represor de la Semana Roja –1909-” se haya radicalizado (arriba mencionado) o que Farrell, Perón u Onganía hayan sido miembros de la Internacional, … para Aguinaldo, Vacaciones y Obras Sociales tampoco hay izquierdas a la vista.
Jubilación.
En el mundo, la Alemania de Otto von Bismarck fue la primera nación en el mundo en tener una legislación social de avanzada incluyendo un sistema de pensiones para los adultos mayores. Y Otto era un conservador prusianista, artífice de la unificación alemana e invasor de sus vecinos y dictador de leyes Antisocialistas a los que prohibió y persiguió.
En Argentina los antecedentes se remontan al 1810 y los “Beneficios Graciables” surgidos de las guerras de la independencia, en 1858 Urquiza crea el Hotel de los Inválidos, en 1877 Avellaneda crea la jubilación del poder judicial, en 1884 Roca crea la jubilación de preceptores de la educación, y recién en 1904 Roca crea la Caja Nacional de Jubilaciones y Pensiones para Funcionarios, Empleados y Agentes Civiles de la Administración. esta ley fue sancionada el día 20 de septiembre de 1904, es por ello que en este día se celebra el día del jubilado.
Durante los años siguientes se crearán ininterrumpidamente las diferentes Cajas Jubilatorias y en 1949 Perón introduce en su reforma constitucional a la seguridad social y los derechos de los trabajadores, los derechos de la familia, de la ancianidad, de la educación, cultura. Etc., y en 1957 es el gobierno de facto de Aramburu quien da forma al artículo 14 bis de la Constitución Nacional tal como lo conocemos hoy en día.
Conclusión.
Podríamos seguir enumerando la obtención de Derechos Sociales y Laborales en el Mundo y en la Argentina y seguirían sin aparecer las izquierdas … pero hoy, hasta acá llego.
En Argentina, desde “los chanchitos burgueses” hasta “los cabezas de termo con botas” todos recontra conservadores y liberales, pasando por radicales y peronistas, todos han contribuido a la obtención de los Derechos Sociales y Laborales bien entendidos. Entonces, está claro que la cosa va por otro lado. Y salvando a Palacios, ningún otro socialista (o socialdemócrata) hizo nada. Todo es un relato y a algunos les satisface creerlo.
¡Qué Dios nos ayude a “pensar la patria”!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario