Otro 24 de marzo (03/2024)




La realidad siempre es compleja, no acepta simplificaciones y el haberla vivido no siempre otorga pergaminos. 

Un análisis objetivo requiere tomar distancia emocional, dejar pasar el tiempo y tener la humildad de escuchar todas las campanas. Sepan disculpar algunas omisiones por falta de espacio y/o errores involuntarios, pero intentaré una muy compacta argumentación. Quien resulte interesado encontrará en la web, lejos del relato setentista, muchísimo material.

Si bien antes hubo algunas operaciones de guerrilla urbana y rural, solo fueron hechos aislados, recién a comienzos de 1969 comenzaron las operaciones planificadas. Primero las operaciones para recaudar fondos (Bco. Provincia de Escobar) y luego, en 1970, para apoderarse de armamento y realizar asesinatos a uniformados selectivos o de oportunidad (comisaría de Rosario, La Calera, Córdoba y el secuestro y asesinato de P. Aramburu). En 1971 se mostraban en público con sus banderas (el ERP en Plaza V. Sarsfield, Córdoba y Montoneros en todos los actos peronistas) y los atentados con explosivos, asaltos, asesinatos y secuestros ya eran cosa de todos los días.

Ya en ese entonces, nuestro mártir Jordan B. Genta advertía:

En tiempos de Lanusse, cuando ya la guerrilla hacía notar su presencia con asesinatos, secuestros, robos, etc., estando en la provincia de Tucumán, alguien le preguntó: ¿No piensa Usted, profesor, que debemos organizarnos y armarnos, y atacar a los guerrilleros de la misma manera en que ellos nos atacan, eliminándolos ocultamente para evitar el reproche internacional y la represalia guerrillera de hoy y de mañana?”.
La respuesta de Genta fue clara y contundente: “No —dijo— esa manera de actuar es inadmisible. En primer lugar y ante todo, el cristiano debe estar dispuesto a morir, no a matar; dispuesto a morir por la fe, por la patria, por la familia, por el prójimo. Debe estar dispuesto a derramar, como Nuestro Señor Jesucristo, la propia sangre, y no la sangre ajena. En segundo lugar, y si tiene que defenderse y combatir, el cristiano debe hacerlo en la luz y a cara descubierta, y no desde la sombra y con el rostro encapuchado. Además, los que tienen que desplegar la lucha armada son los integrantes de las Fuerzas Armadas de la Nación, quienes deben apresar abiertamente a los guerrilleros, deben juzgarlos públicamente según las leyes de la guerra, deben condenarlos públicamente y, si fuese posible, deben también ejecutarlos públicamente. Actuar clandestinamente es de una ruindad, una vileza y una cobardía impropias de un soldado, de un estadista y de cualquier cristiano; es algo que no se puede hacer si se es discípulo de Cristo. Y en tercer y último lugar, la guerra sucia a los guerrilleros se la van a perdonar y los van a convertir en héroes, a ustedes no. Ustedes, en rigor, no serán perdonados, y serán, en cambio, castigados como criminales”.

 
A comienzos de 1973, el terrorismo, la guerrilla urbana y la guerrilla rural eran de una virulencia insoportable, algunos mal supusieron que a partir del mayo, con el nuevo gobierno democrático, se podría retornar a la normalidad. Pero ocurrió lo contrario, el gobierno socialista de Cámpora amnistió a cuanto guerrillero había sido detenido y cerró la Cámara Federal en lo Penal, única defensa que teníamos los ciudadanos del ataque terrorista. Luego, con el gobierno de Perón, las organizaciones peronistas de FAR y Montoneros, también se unieron a la lucha armada por la patria socialista. Nada ni nadie les impediría tomar el poder e implantar una dictadura comunista similar a su patrocinadora cubana.

La posibilidad y necesidad de la apertura de frentes guerrilleros rurales tiene una profunda significación para la lucha revolucionaria de nuestro pueblo. Es producto de más de tres años de combate guerrillero en las ciudades, de varios años de luchas populares, de una considerable evolución de la conciencia del pueblo argentino. A partir de la incorporación de unidades de monte a la estructura de combate del ERP, se inicia un nuevo periodo de desarrollo militar, que rápidamente multiplicará la fuerza, la potencia de fuego de nuestro ejército guerrillero y lo capacitará para enfrentar en combates abiertos a las unidades enemigas.

La estratégica importancia militar de la guerrilla rural radica en que con el auxilio de la geografía, hace posible construir velozmente poderosas unidades bien armadas y entrenadas, capacitadas para golpear duramente al enemigo en terreno favorable, disputarle zonas primero durante la noche y después también de día, liberar zonas más adelante y hacer posible la construcción de bases de apoyo, formidable e imprescindible sostén para la construcción de un Ejército Revolucionario del Pueblo de carácter regular, en condiciones de sostener victoriosamente con sus armas la insurrección general del pueblo argentino que llevará al triunfo de la revolución nacional y social en nuestra patria abriendo el luminoso porvenir socialista, fin de la explotación y sufrimientos, y comienzo de era de justicia y felicidad colectiva para los 25 millones de argentinos.

En el camino del objetivo estratégico de la construcción del Ejército Popular, la guerrilla rural tenderá desde sus comienzos a movilizar a las masas del campo tucumano, masas dispuestas a luchar, pero que hasta ahora no han jugado un rol protagónico en la política nacional, y las incorporarán a la trinchera popular como nuevo e importante contingente revolucionario.

Mario Roberto Santucho 
ERP - PRT Prensa Junio 1974

El gobierno democrático debió ordenar a las Fuerzas Armadas «aniquilar el accionar de los elementos subversivos» y así comenzó el Operativo Independencia en Tucumán el 15/02/1975.

El accionar de las Fuerzas Armadas fue legítimo (se debía responder a la agresión de fuerzas militares), legal (decreto del gobierno democrático) y por sobre todas las cosas, absolutamente necesario, nuestra patria estaba siendo atacada.

No me cabe ninguna duda que si hoy somos una república con un gobierno democrático, se lo debemos a las Fuerzas Armadas de la Nación que combatieron a la guerrilla y al terrorismo. Sin la guerra justa ejecutada por nuestros soldados ni siquiera "el padre de la democracia" hubiera existido.

Muchos soldados enfrentaron la batalla con la dignidad del caballero cristiano y asistidos por el derecho a la defensa en guerra justa, ofrecieron su sangre y murieron como verdaderos héroes combatiendo a miserables asesinos.

Paralelamente, desde mediados de 1973, los bandos peronistas de "derecha" (guardia de hierro, AAA) se enfrentaron a los de izquierda (FAR, Montoneros) en combates de guerrilla urbana, asesinatos selectivos, secuestros, torturas, etc.

Estos grupos de "derecha" (el entrecomillado se refiere a que así fueron denominados por la izquierda peronista, pero yo no los considero) estaban formados por servicios de inteligencia, mercenarios y también algunos mafiosos, eran subvencionados por la masonería inglesa y la CIA, y actuaron con protección de las Fuerzas Armadas de la Nación, y hasta actuaron en conjunto en algunos operativos.

Los mandos superiores, dirigidos por un nada cristiano "brujo" implementaron la metodología de represión que utilizó Francia en Argelia y que patrocinó "La Escuela de las Américas" y la CIA. Finalmente ya al amparo de un golpe de estado, definieron cobardemente esta metodología y convirtieron la Guerra Justa Contrarrevolucionaria en un inmoral combate en la sombras.

Las políticas económicas, social y cultural elegidas por el gobierno de facto fueron su fiel imágen en el espejo, aunque la mona se vista de seda ... y los simios con botas no tuvieron mejor idea que pedir soporte a EEUU. El servicio exterior de EEUU recomendó al FMI, el FMI recomendó una ortodoxia monetarista con endeudamiento externo, y ambos una represión en las sombras y los desaparecidos.  

"Los excesos" (secuestros y torturas) y "los desaparecidos" (asesinatos y desaparición de los cadáveres) reemplazaron el apresar abiertamente a los guerrilleros, juzgarlos públicamente según las leyes de la guerra, condenarlos públicamente y también ejecutarlos públicamente.

En poco más de 1 año, el accionar de la guerrilla fue aniquilado. Los mandos terroristas escaparon y sus tropas traicionadas fueron  "desaparecidas" o asesinadas "en combates urbanos".

La catástrofe estaba en escena, los mandos terroristas en el exterior ordenaron la contraofensiva y los mandos militares ordenaron secuestrar, torturar, y robar hasta niños incluidos.

El caos se apoderó de la nación, cada uno comenzó a pensar en sí mismo desatando una guerra de supervivencia. El terrorismo inventó a los 30.000 y consiguió fondos en Holanda, Massera, bajo la tutela de la logia masónica P2, pactó con ex-guerrilleros en España (Secuestro del presidente de la Fiat Francesa a cambio de liberar presos de la ESMA), Videla soñaba con invadir Chile por el Beagle, Martínez de Hoz cubría el déficit fiscal con una inédita deuda externa y facilitaba la bicicleta financiera con la tablita cambiaria, los "interventores" del proceso fundieron todo lo que "intervinieron" y se quedaron con unas cuantas monedas, etc., etc., etc.

Ya en repetidas oportunidades he mencionado mi repudio a la dictadura y al actual reclamo, con artilugios leguleyos de manifiesto abuso de positivismo que ni ellos se creen, por los militares que aún hoy continúan presos. La justicia debe actuar sin ideología, si alguno está detenido sin justo proceso, debe ser liberado y si alguno está sospechado de delitos o complicidades, que se pudra en la jaula a menos que declare y pida perdón.

También he repudiado a "los jóvenes idealistas" que sembraron el terror asesinando a civiles inocentes, atacando a uniformados y explotando todo lo que no fuera de su agrado, con el único objetivo de tomar el poder e implantar una dictadura comunista similar a su patrocinadora cubana.

Deciamos ayer:

Las FFAA: Deberían haber luchado el buen combate como caballeros cristianos y se escondieron en grupos de tareas y torturadores, ¡miserables! Asumieron la responsabilidad de conducción del Estado interviniendo los poderes de la república, y desde allí, robaron y usurparon, secuestraron y asesinaron, o pagaron para que mercenarios lo hicieran por ellos ¡doblemente miserables! Defraudaron la formación y el ejemplo recibidos, deshonraron a los maestros mártires (como Genta) y a los uniformes y las armas legados por los padres de la patria y cobardemente optaron por la deshonrosa “escuela de las américas” ¡triplemente miserables!

Hoy dicen tener 2.288 presos políticos (si excluimos 673 ya fallecidos y 35 aún prófugos, los informes oficiales hablan de 1.384 procesados en libertad y sólo 989 detenidos, de los cuales 641 gozan de prisión domiciliaria y 348 están presos), héroes les llaman, y es muy posible que alguno de ellos lo sea y esté preso injustamente (como cualquier otro ciudadano con prisión preventiva acusado de delitos graves y potencial interferencia), pero honestamente, no creo que sean los combatientes del monte tucumano los que están presos, sino más bien parecen ser los que tiraron los cadáveres en el pozo de Vargas.

Si Madres o Abuelas quieren pensar que defienden a una “juventud maravillosa” o a “jóvenes idealistas” porque les hace bien no reconocer que sólo fueron “una banda de asesinos y ladrones” (que tomaron las armas -y las bombas- para apoderarse del poder -golpeando a un gobierno democrático- sin importar que el perverso método era matar y sembrar el terror -y vivir de la rapiña, claro-) y eso hace más llevadero su dolor, haya ellas. Profundo respeto por su dolor y deseos de justicia, pero estamos lejos de contaminarnos con sus ideologías, nosotros buscamos la verdad que, en este caso, es sustancialmente diferente.

En Plaza de Mayo, lugar de encuentro de todas las marchas en repudio al golpe de estado, pusieron este año un cartel invitando “luchemos por la patria que soñaron las y los 30.000” torturados-desaparecidos, (dejando de lado la discusión sobre ese pérfido “número simbólico”), la verdad es que muchos lucharemos pero en contra de aquellos sueños de Totalitarismo Ateo-Socialista porque contradicen nuestra Tradición, Cultura y República, y la verdad también es que, aquellos soñadores no eran más que asesinos apátridas, y entonces señoras, semejante invitación es exasperante y un insulto a la Nación.

El militar argentino ... (05/2018)

 24 de marzo y 2 de abril (04/2019)


Desde estas líneas, una vez más
  • Repudio a los miserables terroristas, algunos ex-funcionarios K, que por su accionar en los '70 hubieran merecido el fusilamiento público por traición a la patria y rindo homenaje a sus víctimas
  • Repudio el relato cómplice de la izquierda y el progresismo y rindo homenaje a los soldados de las Fuerzas Armadas que ofrendaron sus vidas en el buen combate y a los que sobrevivieron y debieron sufrir persecución ideológica
  • Repudio a los militares que mancharon sus uniformes con accionar indigno o con silencio cómplice
  • Repudio a todos los organismos de derechos humanos que se dejaron comprar por los K y repiten un relato sesgado y miserable

La memoria está trunca y la verdad y la justicia se hacen desear, nos han robado la historia. 

Mañana será Otro 24 de marzo. 

Nuevamente veremos desfilar a los traidores a la patria y escucharemos su relato de odio y ponzoña anticristiana, mientras la ignorancia petulante se manifiesta en cantos, bailes y aplausos.



 
¡Qué Dios nos ayude a “pensar la patria”!   



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A dos meses del Golpe de Estado, Videla almorzó con escritores. ¿Quienes se preocupaban por los derechos humanos? ¿Quienes resistieron la dictadura? Este es un claro ejemplo de lo que sucedía entonces ... 



El teniente general Jorge Rafael Videla invitó a Jorge Luis Borges, al Padre Leonardo Castellani y Ernesto Roque Sábato para compartir un almuerzo en la Casa Rosada.

miércoles 19 de mayo de 1976

Ernesto Roque Sábato expresó:
 “Es imposible sintetizar una conversación de dos horas en pocas palabras, pero puedo decir que con el presidente de la Nación hablamos de la cultura en general, de temas espirituales, históricos y vinculados con los medios masivos de comunicación”.
“Hubo un altísimo grado de comprensión y respeto mutuo. En ningún momento el diálogo descendió a la polémica literaria o ideológica, tampoco incurrimos en el pecado de la banalidad. Cada uno de nosotros vertió, sin vacilaciones, su concepción personal de los temas abordados”.
“Fue una larga travesía por la problemática cultural del país. Se habló de la transformación de la Argentina, partiendo de una necesaria renovación de su cultura”.
“El general Videla me dio una excelente impresión. Se trata de un hombre culto, modesto e inteligente. Me impresionó la amplitud de criterio y la cultura del presidente”.
 Luis Borges: 
Le agradecí personalmente el golpe de Estado del 24 de marzo que salvó al país de la ignominia, y le manifesté mi simpatía por haber enfrentado la responsabilidad del gobierno. Yo, que nunca he sabido gobernar mi vida, menos podría gobernar el país. Es todo un caballero".
Leonardo Castellani: 
“Sí, pero la preocupación central de un escritor nunca pueden ser los libros, ¿no es cierto? Yo traté de aprovechar la situación por lo menos con una inquietud que llevaba en mi corazón de cristiano. Días atrás me había visitado una persona que, con lágrimas en los ojos, sumida en la desesperación, me había suplicado que intercediera por la vida del escritor Haroldo Conti. Yo no sabía de él más que era un escritor prestigioso y que había sido seminarista en su juventud. Pero, de cualquier manera, no me importaba eso, pues, así se hubiera tratado de cualquier persona, mi obligación moral era hacerme eco de quien pedía por alguien cuyo destino es incierto en estos momentos. Anoté su nombre en un papel y se lo entregué a Videla, quien lo recogió respetuosamente y aseguró que la paz iba a volver muy pronto al país.”


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