La era Bolsonaro (01/2019)


Hace ya meses que la prensa “especializada” calificó a Jair Bolsonaro como un fanático religioso de ultra-derecha, y hace meses que trato de entender ¿y eso?, ¿qué significa?


La izquierda le pinta bigotito, pero … ¿”Bigotito” no fue un totalitario estatista, ateo y acérrimo enemigo de las religiones de raíz judeo-cristiana? Entiendo que lo hacen porque amenaza ser “armamentista y racista”, lo cual parece bastante cierto; pero para ser sincero, he observado que, en general, los brasileros “blancos” son un poco racistas o, al menos, son un tanto segregacionistas que fácilmente se “calzan las botas”.

Entre la prensa “especializada” que no caza una y mezcla todo, la izquierda oportunista que fabrica “slogans políticos” y el propio Bolsonaro y “familia” que son bastantes crípticos o contradictorios dependiendo de la circunstancia, han armado una maraña de muy difícil comprensión y pronóstico irrealizable (o no, tal vez por eso mismo, sea más fácil).

El discurso de la jura es contradictorio con las apostillas de la prensa, varios miembros de su gabinete son opuestos ideológicos y solo tenemos certeza que es un militar de reserva.

Veamos algunos ejemplos un poco confusos:
  • dice ser anti-globalista y admirar como los Norteamericanos e Israelíes aman a sus naciones y valoran a sus héroes y para la prensa “especializada”, eso lo convierte en Nacionalista
  • pero su Ministro del Exterior también admirador de Trump, mete en la misma bolsa a Hungría y Polonia (que si son nacionalistas), y si no fuera por el punto anterior, estaríamos de acuerdo; pero así, no se entiende, (la burguesía americana poco tiene de nacionalista)
  • rechaza la Ideología de Género y promete respeto y promoción de la familia y el occidente cristiano (¿cuál? ¿el católico o el protestante?) y si fuera por el título nomás, también estaríamos de acuerdo, pero sus declaraciones tiene un “tufillo” calvinista, o peor, puritano. Espero sólo sea mi percepción equivocada
  • dice (la prensa “especializada”) que “rechaza a ciertas minorías”, pero en realidad yo interpreto que pareciera “respetarlas” (para el ámbito privado) sin darles “la prensa, la exposición y el estatus que ellas quisieran”
  • apoya que la población se arme en defensa propia, reivindica el régimen militar finalizado en 1985 y tiene 5 militares de carrera más 2 civiles vinculados a escuelas militares en su gabinete (7 de 22), y entonces, ya amenaza con la imagen de un dictador totalitario (de los que todos tenemos malos recuerdos)
  • dice ser católico practicante, admirar a los evangelistas, está casado con una Bautista y tiene al menos, un miembro del gabinete Evangelista (¿usa y abusa de la religión?) y si sumamos que en los brindis privados, posteriores a las juras, había banderas de Israel, ¡mi madre, que mescolanza! 
  • de todo lo que ha expresado, lo único rescatable es que prometió luchar contra la corrupción y liberar a Brasil del populismo de izquierda. Por estos lares, Mauri también prometió algo parecido, y hasta ahora, no lo logró.

Gusta de generar polémicas para que se hable de él y mencionar a Dios a cada rato para captar la atención de la población brasilera católica y protestante por igual, sin realmente importarle un comino.

En reemplazo del "relato -para robar- de la izquierda” de Lula, pareciera que Bolsonaro estaría construyendo un “relato -para combatir a los ladrones- de derecha”, pero contradictoriamente puso a un par de ortodoxos liberales monetaristas (de la escuela de Chicago) a manejar la economía -y estos, usualmente, roban-.

Los argentinos hemos sufrido a esta combinación de personajes varias veces durante el último siglo. Para nosotros y en buen criollo: “pinta de auténtico gorila”.

Por lo tanto, y hasta el momento, sólo puedo asegurar que Nacionalista Católico no es, ni lo será (aunque algún camarada local, de esos que facilmente se “calzan las botas”, se moleste). Esperemos que al menos sea un poquito de Derecha.

¡Qué Dios nos ayude a “pensar la patria”!


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