El 8M pudimos ver masivas manifestaciones en todo el mundo conmemorando el Día Internacional de la Mujer. Se pidió por el reconocimiento de las capacidades y los derechos de la mujer, la igualdad de oportunidades y el fin de las discriminaciones y la violencia machista. Esperemos que todos -y principalmente quienes tienen posiciones de liderazgo- escuchemos, reflexionemos y cambiemos lo necesario.
Entiendo que, participando de la manifestación o acompañando desde las redes y los medios, todas las mujeres argentinas, y muchísimos hombres, apoyaron y apoyamos los reclamos de equidad y así pudimos verlo en los carteles espontáneos de las manifestantes y/o en las declaraciones de quienes fueron encuestadas: igualdad de oportunidades, igualdad laboral, igualdad de salario, no al maltrato, no a la discriminación, basta de femicidios y basta de trata, y también muchísimas voces pidiendo la despenalización del aborto.
¡Qué el próximo 8M tenga menos de reclamos y más motivos de festejo por logros obtenidos! Es el deseo de todos. ¡Feliz Día de la Mujer!
Sin embargo, el documento leído en el palco como acto central no acompaña ni en letra ni espíritu.
Se nota claramente que han adulterado otro documento forzando la letra. Bajo títulos respetables e intercalados con reclamos absolutamente válidos, han escrito una serie de irracionales párrafos inconexos que lo han tornado incomprensible. Ya nos le importa disimularlo, el odio otrora subyacente, hoy aflora, y la invitación a la violencia ya es manifiesta. Algunas interpretaciones son tan forzadas que se tornan tragicómicas.
Si desean, pueden leerlo acá https://www.scribd.com/document/373332837/El-documento-del-8M-2018#from_embed
Si desean, pueden leerlo acá https://www.scribd.com/document/373332837/El-documento-del-8M-2018#from_embed
En defensa de todas las que no se sintieron representadas es justo decir que algunas mujeres han denunciado que las organizadoras coparon el escenario (y la redacción del documento) y que no dejaron subir a mujeres de otras organizaciones. Nada nuevo, la izquierda argentina siempre fue totalitaria y violenta y suele “reprimir y agredir” a quienes piensan diferente. ¡Den gracias que no las corrió “el del caño” con morteros y piedras!
Triste, ya que seguramente serán los primeros en adjudicarse los logros que se obtengan, y más triste aún, en que se lo creerán como verdadero. Qué pena, una vez más, enlodaron con politiquería de baja estofa un reclamo mundial que todos apoyamos.
Y también apoyamos la discusión (madura y adulta, multidisciplinaria y multicultural, social, religiosa, política y diversa) sobre la despenalización del aborto.
Sólo pedimos que, por favor, no la degraden con simplificaciones y cartelitos con slogans baratos, bastardear las grandes discusiones siempre tiene sus consecuencias. No hay que escaparle al debate, discutiendo con respeto hasta los opuestos encuentran puntos de concordancia. Por supuesto que no aplicaremos la misma intolerancia del palco del 8M y escucharemos todas las voces, hasta el punto de soportar estoicamente a Donda o a Bregman: “Los abortos seguirán, lo que queremos discutir es si serán legales o clandestinos” (¡y son legisladoras!)
Entiendo que debe ser debatido desde todos los puntos de vista, incluyendo todos los aspectos posibles y escuchando los análisis y las recomendaciones de los mejores especialistas de cada materia, evitando en todo momento las referencias al “ámbito personal”. Resulta imposible de dimensionar el supremo dolor con el que una mujer (o una pareja) toma semejante decisión, mucho menos la carga que soportará a lo largo de los años posteriores. Esto no puede ser utilizado malsanamente en los debates.
Para empezar, algunos aspectos adicionales a los ya planteados públicamente, podrían ser:
- Política Poblacional y/o Demográfica. ¿La izquierda de los 70s tenía otra posición?
- Política Social.
Lamentablemente no, no es semejante ni comparable al divorcio ni al matrimonio igualitario, el aborto es la defensa de una vida en contra de la otra, en ambas opciones: prohibiendo o permitiendo.
· Salud Pública.
¿Realmente se reducirá el número de muertes maternas? Que hablen los especialistas. Siempre hemos escuchado que es sumamente importante trabajar en prevención: educación sexual, planificación familiar y/o anticonceptivos. ¡Sería maravilloso ver a los que se oponen al aborto defender la prevención con las mismas ganas y esfuerzo!
¿Y cómo debemos interpretar la disminución de nacimientos de niños con síndrome de Down en países como España, Dinamarca, Estados Unidos, Islandia y Francia?
- Religioso.
Nosotros no “repudiamos la intervención de la Iglesia Católica y de todas las iglesias” (punto 7 – discurso 8M), pero si deseamos la separación Iglesia-Estado y que los obispos no cobren un mango del estado (¡al menos si no laburan!), “la burocracia clerical” nada tiene que hacer en esta discusión.
Cuando hablamos del aspecto religioso debemos considerar simplemente qué para cualquier creyente de cualquier religión, ésta rige su vida. Y él, como cualquier ciudadano, tiene derecho a elegir la representación parlamentaria que se le dé la gana (¡hasta una sotana si lo desea! …les recuerdo que tenemos delincuentes ocupando bancas) ¡Acá también rechazamos la discriminación y los totalitarismos!
Entiendo que la lista de aspectos y/o puntos de vista puede ser interminable, bueno, pero para eso cobran mucho dinero de los contribuyentes, ¡laburen!
Cada aborto que se realiza es un fracaso de las políticas del Estado (y de la pastoral de la Iglesia). Los dirigentes y funcionarios (y los curas) deberían pensar que si una mujer decide un aborto es porque, al menos no estuvieron allí donde se los necesitó. El Estado debe ofrecer su protección puerta por puerta (como cuando buscan votos) y los pastores ¡deben oler a oveja!
Aprovechemos estas Pascuas para reflexionar. ¡Qué Dios nos ayude a “pensar la patria”!
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